Avanzando en el camino de la sinodalidad, ADN Celam se dio a la tarea de conversar con algunos de los especialistas que han estado presentes acompañando y ofreciendo sus aportes al proceso del Sínodo, quienes compartieron los desafíos que se plantean para esta 2.ª sesión de la XVI Asamblea General Ordinaria del Sínodo de los Obispos.
Es importante recordar que la apertura del camino sinodal inició el 9 de octubre de 2021. Ahora la Iglesia universal se encuentra en la segunda sesión de esta Asamblea, que se está llevando a cabo en Roma desde el pasado 2 de octubre y se extenderá hasta 27 del mismo mes.
“El proceso sinodal no debe quedar solo en una reflexión”
“El camino sinodal es una oportunidad que nos da el Espíritu Santo para vivir una vida digna según lo que Dios desea para nosotros,” afirmó el cardenal Luis José Rueda arzobispo de Bogotá. Además, el purpurado explicó tres aspectos que a su manera de ver son los grandes desafíos que tiene esta segunda fase del Sínodo.
Primero, expuso que se debe escuchar la voz del Espíritu Santo, es decir “qué es lo que quiere el Espíritu para la Iglesia universal” y para ello advirtió, se necesita que todos estén involucrados, no solamente quienes participan en la asamblea del Sínodo, sino los bautizados hombres y mujeres, “todos deben estar atentos y dispuestos a escuchar para dejarse conducir por el Espíritu Santo”.
Segundo, frente a todo el trabajo de los aportes recogidos en la primera fase, indicó que es importante y fundamental conservar, construir y dinamizar la unidad de la Iglesia Universal, que es en últimas lo que hace la comunión en la Iglesia, pero advirtió que esto se logra entendiendo y respetando las diferencias culturales de cada continente.
Por último, manifestó que es primordial que todo este proceso no se quede solo en una reflexión dentro del aula sinodal, antes bien, guarda la esperanza que posteriormente los resultados sean aplicados a la vida de la Iglesia. “De tal manera que el Sínodo se convierta verdaderamente en misión, en una manera de ser, de servir y estar como Iglesia en medio del pueblo para servirle en nombre de Cristo”.
El Sínodo debe aterrizar en las Iglesias locales
Por su parte la hermana Birgit Weiler como consultora para el Secretariado General del Sínodo y quien está presente en estos momentos en Roma, dijo que espera luego de esta segunda fase, que lo recogido como fruto de los procesos de escucha de las comunidades locales se logre plasmar en pasos y procedimientos concretos y así se “difunda como ondas expansivas para que cada vez más en las diversas iglesias locales se generen realidades y culturas sinodales”.
Además, expuso que todos como miembros del pueblo de Dios con la misma dignidad y en el aprecio mutuo de esos carismas que se les fue concedido deben ayudar a facilitar y aportar en su conjunto en el camino sinodal que la Iglesia propone. Para ello, señaló, se requiere de un cambio o fortalecimiento de estructuras de la Iglesia, tanto a nivel local, regional y universal que faciliten una práctica de lo que es una auténtica sinodalidad.
La teóloga alemana, habló también sobre el pedido que surge de las consultas para incluir más a las mujeres en espacios de discusión y toma de decisiones; como también sobre un posible diaconado de la mujer, al respecto dijo que se seguirá discerniendo por parte de quienes participan en la sesión del Sínodo para tomar decisiones a futuro sobre estos temas.
Por último, planteó que el mayor desafío para la segunda vuelta del Sínodo, será entusiasmar a las iglesias locales en la implementación de este proceso, con el fin de que más personas se enteren de lo que significa este camino sinodal de la Iglesia. Al referirse a los obispos y sacerdotes que todavía están un poco distantes de este camino dijo “hay que ayudarles a encontrar la riqueza que trae una Iglesia sinodal y el por qué es tan importante vivirlo para seguir coherente a Jesús”.
“Se esperan decisiones que aporte al futuro de la Iglesia”
Desde hace algún tiempo, el investigador argentino Carlos Schickendantz ha venido siguiendo de cerca y aportando a la reforma eclesial propuesta por el Papa Francisco a través del Sínodo de la sinodalidad, por lo que dijo que aún hay muchos interrogantes sobre cómo va a madurar este proceso de la segunda fase que inició el pasado 2 de octubre.
El sacerdote indicó que, si bien el Pontífice ha dicho que no tiene interés en temas particulares, sino revisar la calidad sinodal de la Iglesia en los niveles local, regional y universal, la expectativa si está planteada en la espera de que se tomen decisiones que aporten al futuro de la Iglesia. Recordando además que este es un proceso que viene de mucho tiempo atrás “Estamos con reformas de largo plazo, no son cosas pequeñas y son profundas en la vida de la iglesia”.
Para el teólogo argentino hacer cambios de una Iglesia fundada en la jerarquía, a una fundada sobre la totalidad del pueblo de Dios, implica una reforma de gran alcance, que es precisamente la propuesta del proceso sinodal que plantea el Papa Francisco y esto -agregó- “le obliga a sus líderes obispos, presbíteros y diáconos repensar su identidad en un contexto más amplio”.
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