­
Los músicos comparten sus experiencias del ciclo formativo para Músicos Católicos - ADN Celam

ADN Celam

Los músicos comparten sus experiencias del ciclo formativo para Músicos Católicos

El reciente ciclo formativo para músicos católicos, titulado “Instrumentos para seguir al maestro”, organizado con el propósito de fortalecer la espiritualidad y profesionalismo en la música católica, reunió a talentos de diversos países que comparten una misma fe y pasión: evangelizar a través del arte musical.

Entre reflexiones y aprendizajes espirituales, sinodales y técnicos, los testimonios de los asistentes revelan el valor de este encuentro en sus vidas y ministerios.

ADN Celam se enorgullece de haber sido testigo y parte de este proceso formativo que une corazones, vocaciones y talentos para cantar la fe y la esperanza al mundo.

Paz y Bien Music

Nenita Ferrer y Fernando Carraño, fundadores del Ministerio de Música Paz y Bien Music, comparten su experiencia: “Somos un matrimonio católico con 25 años de trayectoria como productora católica. Predicamos a través de la música y la evangelización”, expresan con entusiasmo. Para ellos, este ciclo formativo ha sido una oportunidad para nutrirse de las experiencias de otros músicos, teólogos y profesores.

“Una de las partes más enriquecedoras de este evento es el compartir qué hemos vivido, qué estamos haciendo y qué vamos a hacer. Por su puesto la parte formativa ha sido fundamental”, comparten.

El matrimonio de Nenita y Fernando asegura que esta experiencia fortalece su visión de red de trabajo para “pescar mar adentro” en el nombre de Dios. Uno de los aspectos que resaltaron fue la riqueza de la Palabra de Dios a la hora de componer.

Formación espiritual y técnica

Por otro lado, Nenita y Fernando consideran que la prioridad de los músicos católicos es la formación espiritual para comprender a quién y para qué están cantando, complementada con la formación técnica para alcanzar la excelencia en sus producciones musicales.

“No se trata solo de pescar en pecera, sino también pescar mar adentro y para eso tenemos que tener las técnicas necesarias… para hacerlo con la excelencia que el Señor se merece”, concluye Nenita.

Multiplicando fraternidad y escucha

Desde Panamá, Kenia Moreno, quien participa por segunda vez en este ciclo formativo, comparte cómo este evento la ha confrontado y motivado a crecer: “Con ganas de ver dónde estoy parada, qué estoy haciendo bien para potenciarlo y qué estoy haciendo mal para mejorar los procesos”.

Moreno señala que el mensaje que más la impactó fue la importancia de la escucha y la fraternidad, recordando las palabras de un profesor: La fraternidad nació por la Trinidad, la unidad”. “Me esta ayudando a abrir el corazón, dejar prejuicios, aprender a morir a mí, olvidar lo que yo quiero y buscar lo que el otro quiere”, reflexiona Kenia.

Al regresar a Panamá, su sueño es multiplicar esta experiencia, expandiendo lo aprendido en comunidades y parroquias de su país: “Quiero que los demás escuchen todo lo que he escuchado aquí. La idea es multiplicarlo, presentar propuestas a parroquias y comunidades y hablar de estos temas tan importantes dentro de la comunidad católica”.

La riqueza de la fraternidad musical

Desde Medellín, Colombia, Guillermo Montoya, miembro del proyecto Voz al Cielo, habló sobre el valor humano del encuentro: “Mi experiencia en ese proceso ha sido sencillamente maravillosa, porque me ha permitido redescubrir, reencontrarme y descubrir un montón de fortalezas y debilidades”.

Guillermo compara el ciclo formativo con un retiro espiritual intenso y transformador que lo impulsa a compartir y expandir este aprendizaje: “La posibilidad de conocer, compartir y nutrirme de las experiencias y los proyectos musicales de otros compañeros ha sido muy gratificante y muy enriquecedor”.

Música con sentido de salvación

Desde República Dominicana, Esther Hernández vive su ministerio como músico, cantante y predicadora con un sentido de responsabilidad y amor: “La música es un medio para sanar a un mundo que está herido y que tanto necesita del Señor”.

Inspirada por la invitación del Papa a “hacer lío” y salir de la comodidad de las iglesias, Esther ha redescubierto el sentido de su misión: “No solo debemos tener sabor como sal de la tierra, sino también salir de nuestras cuatro paredes, salir, irnos a las periferias y alcanzar a tantos que lo necesitan”.

Este proceso formativo le ha permitido contemplar el mundo con una mirada amorosa, sin juicio, y comprender qué cantar y decir con un sentido de salvación y esperanza, “con una mirada contemplativa y amorosa y, a partir de eso, saber qué cantar, qué decir, y que ese canto tenga un sentido de salvación para ir mostrando a la gente a un Cristo vivo”.

Amistad para evangelizar mejor

Proveniente de Barranquilla, Colombia, Andrés Guerrero es miembro del grupo Ichthus los del Pez, y expresa su gratitud por este espacio formativo: “Fortalece nuestra estructura para la evangelización y un espacio donde venimos a aprender, pero también a entrelazar lazos de amistad”.

Para Andrés, esta experiencia ha sido una invitación a compartir y mejorar lo que ya se está haciendo en la música católica: “Debería expandirse más a Colombia y América Latina, para que más personas que deseen puedan participar en la evangelización, se formen y puedan salir con mejores herramientas para evangelizar”.

 

Camino de servicio

Desde España, Alan comparte su testimonio como miembro de la Renovación Carismática Católica, un camino que comenzó hace más de 20 años, cuando conoció a su esposa, quien lo llevó al grupo de oración, y desde entonces sirve en el Ministerio Nacional de Alabanza.

Para Alan, este proceso formativo ha sido un reforzamiento de su vocación y una oportunidad para profundizar en su crecimiento espiritual y técnico: “El Señor me ha ido llevando de la mano por distintos servicios”.

 

Construyendo comunidad

Desde Guayaquil, Ecuador, Adriano Calderón, director del coro arquidiocesano, expresa su visión de crear alianzas y expandir procesos para fortalecer el ministerio musical: “Quiero llevar el conocimiento, la espiritualidad y crear alianzas. Todo lo aprendido tiene como fin ayudar, quiero poder llevar todo esto y crear alianzas, para que podamos expandir y crear sinergia para que la comunidad vaya creciendo cada vez más”.

Este ciclo formativo le ha permitido ver más allá de las fronteras, compartir realidades diferentes y compartir su pasión por servir mejor a Jesús.

Adoremos

Finalmente, Adrián Gómez, de Ciudad del Este, Paraguay, lleva adelante el proyecto Adoremos, un concierto eucarístico en parroquias y capillas de su diócesis. Por ello, este encuentro de formación le resultó enriquecedor: “Lo aprendido aquí lo llevaré para aplicarlo en mi país”.

Adrián resalta la acogida familiar del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño y el impacto de la formación doctrinal, que ha fortalecido su misión de evangelización a través de la música.

Le puede interesar: Noche de adoración, testimonios y canto al “sur-sur” más allá de Bogotá

Suscríbete gratis por a nuestro canal de Whatsapp https://bit.ly/4hbWWN0

Participa en los cursos y diplomados del Centro de Formación Cebitepal https://bit.ly/cebitepal_24

Escucha el Himno del Jubileo en su versión latinoamericana y caribeña https://bit.ly/41l312P

Post a comment