ADN Celam

Comienza la cuenta regresiva de la 39.ª Asamblea General Ordinaria del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam). Aguadilla, una ciudad al extremo noroccidental de Puerto Rico, ubicada en la diócesis de Mayagüez, acogerá a los prelados del continente, quienes tendrán la responsabilidad de trazar el rumbo pastoral de esta instancia en los venideros cuatro años.

Monseñor Ángel Luis Ríos, obispo de Mayagüez, conversó con ADN Celam sobre los últimos detalles de este evento, sobre la historia, retos y desafíos de esta jurisdicción que acogerá a los 44 obispos presidentes y secretarios generales de las Conferencias.

Al respecto, ha adelantado que “somos un territorio de tradición Mariana profunda, rezo del Rosario, celebraciones populares de la religiosidad, con una profunda devoción. También una profunda devoción a los santos, una profunda devoción a los Reyes Magos. Observamos y cultivamos las fiestas a la cruz de mayo, los rosarios cantados, las promesas tanto a los reyes como a la virgen y a los santos”.

Además, cuentan con el hospital más antiguo de las Américas: La Concepción, en la ciudad de San Germán, fundado en el año 1511. Y fue la tierra por donde arribaron Cristóbal Colón y los primeros evangelizadores, por lo que se consideran la puerta del cristianismo en Puerto Rico. El laicado ha sido el motor de la evangelización, desde su fundación en 1956.

Una fiesta espiritual

¿Cómo se preparan para recibir la 39.ª Asamblea del Celam?

“Hace varios meses como diócesis y como conferencia episcopal nos venimos preparando para recibir a todos los asambleístas del Celam. Se ha ubicado el espacio en el Punta Borinquen Resort, en el municipio de Aguadilla, diócesis de Mayagüez. Nos hemos reunido con la Secretaría General del Celam. Ya en dos ocasiones han visitado el lugar y entendemos que todo está listo.

Tendremos dos celebraciones fuera del lugar en los templos adyacentes o cercanos, quiero decir al lugar donde se realizará la Asamblea. La misa de apertura y la misa de cierre, nuestros fieles y nuestros sacerdotes están motivados. Así que fuera de toda esa preparación logística, nos hemos preparado en espíritu de oración para recibirles con éxito, con alegría y con gozo espiritual, confiamos que es todo para nosotros. Esta visita va a ser una gran fiesta espiritual.

Monseñor Ángel Luis Ríos, obispo de Mayagüez

Una calurosa acogida

¿Qué han preparado para los obispos de América Latina y el Caribe, cómo los recibirán?

“En primer lugar para nuestros hermanos obispos y todo el equipo de ayudantes del Celam hemos preparado nuestro corazón para recibirle como hermanos, como miembros de la Iglesia para que se sientan queridos, se sientan acogidos. respetados en medio de nuestra comunidad.

Hemos escogido un pequeño y módico hotel en la ciudad de Aguadilla, que está precisamente en un farallón frente al mar, con una brisa constante y una vista espectacular. Tenemos planificado en una de las noches ofrecerles a nuestros hermanos obispos y demás visitantes una noche cultural con bailes y música puertorriqueña, además de algunos sencillos presentes que nuestros laicos han preparado en pequeñas canastillas para cada uno de los participantes.

Hemos pedido al Celam que tanto la misa de inicio como la misa de cierre de la Asamblea no se lleven a cabo en la sede propiamente, sino en dos parroquias relativamente cercanas para que el pueblo santo pueda participar, estar con ellos, celebrar juntos la Eucaristía y mostrarle nuestro cariño, nuestro calor. Así que les estamos esperando con mucha alegría, con mucho gozo y con nuestra mirada puesta en Dios Todopoderoso”.

Casualidades de Dios

¿Por qué se ha elegido Mayagüez como sede?

“Que la diócesis de Mayagüez sea la sede 39.ª Asamblea General Ordinaria del Celam, ha sido una pura casualidad, pues la elección original recayó sobre Ponce, pero no fue posible concretar un contrato con una facilidad hotelera que tuviese espacio para tanta gente y para la Asamblea misma a un costo bastante módico.

Así que en Ponce no se pudo por cuestiones económicas, pensando en la zona metropolitana pues los costos también son muy elevados. Entonces yo ofrecí que vinieran a ver el Punta Borinquen Resort, aquí en Aguadilla y resultó pues elegido tanto por la Conferencia Episcopal como por los hermanos de la Secretaría General del Celam.

De esa manera, siendo Aguadilla uno de las más grandes parroquias de nuestra diócesis, recayó la sede sobre la diócesis de Mayagüez. Así que para nosotros constituye una acción divina, que de casualidad Dios puso, por eso, estamos trabajando con mucha alegría para que toda esta celebración y esta Asamblea se pueda realizar con éxito y para la gloria de Dios”.

Tierra por donde entró el cristianismo

¿Cuéntenos brevemente sobre la diócesis de Mayagüez, cuánta feligresía, desde cuando fue erigida, cuántos párrocos tiene, presencia de vida consagrada y laicos, tradiciones eclesiales, cómo se vive la fe?

“Somos una diócesis relativamente joven. fue creada por el papa Pablo VI en 1976. La diócesis va a celebrar en el año 26 sus 50 años de fundada. Tenemos 30 parroquias. Trabajan para esta diócesis 62 sacerdotes entre religiosos y diocesanos. Y tenemos 68 diáconos permanentes.

Actualmente tenemos ocho seminaristas. Lógicamente de los sacerdotes, 30 de ellos son párrocos o administradores parroquiales y uno es capellán de una iglesia diocesana, donde tenemos nuestro hospital.

La diócesis tiene siete colegios, además tiene una égida de ancianos para 80 residentes. Las religiosas tienen aquí tres lugares de cuido de ancianos. También tenemos el más antiguo hospital de las Américas, un hospital que lleva 520 años ininterrumpidos de servicios a nuestro pueblo, hablo del hospital de La Concepción, en la ciudad de San Germán, fundado en el año 1511.

Es motivo de mucha alegría el crecimiento que hemos visto en nuestras parroquias desde que se fundó hasta nuestros días. El primer Obispo fundador, monseñor Ulises Casiano comprendió de inmediato que solamente educando una fuerza laical numerosa y competente la iglesia diocesana podía encaminarse y así lo hizo mediante el Instituto diocesano de pastoral, que lleva más de 40 años, sábado tras sábado, educando en teología y pastoral a nuestros laicos.

Actualmente tenemos, aparte del ministerio diocesano, la comunidad de los padres agustinos, tenemos a los padres paúles y a los frailes capuchinos. También tenemos una comunidad diocesana de Sociedad de vida apostólica diocesana que se dedica a la atención de los más pobres y abandonados.

Somos el territorio de la isla por donde llegara el almirante Cristóbal Colón, por lo tanto nos gloriamos de ser el territorio donde entró el cristianismo a nuestra tierra borincana. Somos la diócesis que durante más de 400 años tiene el santuario Nacional de la Virgen de Monserrate, la primera manifestación mariana en nuestro pueblo puertorriqueño y en prácticamente dn las Américas.

Todo eso nos llena de orgullo. Somos un territorio vinculado históricamente en las luchas de un pueblo que se ha identificado íntimamente con la puertorriqueñidad. Somos un pueblo que camina en la fe y un pueblo de un amor profundo y fidelidad y respeto al vicario de Cristo, el Santo Padre Francisco”.

Oportunidad de evangelizar

¿Qué significado tiene para Mayagüez ser sede de esta 39.ª Asamblea General del Celam? ¿Qué frutos puede dejar esta asamblea a la diócesis?

“En primer lugar, el que seamos sede de esta Asamblea del Celam constituye para nosotros una bendición de Dios, un regalo de Dios. Será la primera vez en la historia de la región occidental de Puerto Rico que vamos a tener cerca de 50 o más sucesores de los Apóstoles juntos en nuestro territorio, celebrando la Santa Eucaristía, trayéndonos el amor y la misericordia de Dios.

En segundo lugar, es una oportunidad para el clero diocesano y religioso y de todo Puerto Rico y para los fieles puertorriqueños de estrechar nuestros lazos de fidelidad con el episcopado y con el santo padre, el Papa Francisco.

Es también un momento oportuno porque a nivel diocesano estamos celebrando un trienio de preparación a nuestro jubileo diocesano en el año 26. Y en este año hemos estado evangelizando a domicilio, evangelizando los espacios públicos en las plazas, en las calles, en los parques y canchas como parte de este proceso de preparación a la celebración de nuestros 50 años.

Amén de ese trienio, en la clausura de esta Asamblea se va a llevar a cabo el lanzamiento de un trienio a nivel de toda la provincia eclesiástica para celebrar también en el año 26, los 50 años de la coronación canónica de Nuestra Señora la Virgen de la Providencia como patrona, tal como lo dijo el Papa, como patrona principal de toda la nación puertorriqueña.

La imagen de la Virgen fue coronada en el año 1976 y fue coronada como patrona nacional en el contexto de la misa de clausura de una Asamblea General del Celam, que se llevó a cabo en la diócesis de Caguas, en la ciudad de Aguas Buenas. Así que le damos gracias a Dios, repito, lo que dije desde el primer día, es una bendición y un regalo de Dios del cual esperamos obtener mucho fruto espiritual para nuestra iglesia diocesana”.

Laicado, la fuerza motora de Mayagüez

¿Cómo se vive en Mayagüez la sinodalidad?

“Como toda la provincia eclesiástica y todas las demás diócesis, hemos estado viviendo el proceso de preparación a nivel diocesano, a nivel de la provincia eclesiástica y a nivel del continente, hemos estado participando en todas las consultas de cara al sínodo que próximamente va a tener la Iglesia Universal.

Ahora bien, la sinodalidad no es la preparación para un sínodo, la sinodalidad es la experiencia Pastoral que como diócesis hemos tenido en nuestra diócesis desde que se fundó hace 47 años y medio. Mis antecesores y los vicarios de Pastoral tomaron muy en serio y muy en cuenta la participación del laicado en nuestra diócesis.

El laicado trabajando junto con los sacerdotes de la diócesis junto al clero son la fuerza motora de nuestra diócesis. Nosotros podemos decir, fuera del ámbito sacramental para el cual se requiere siempre la presencia del sacerdocio ordenado, que las parroquias siguen caminando en su accionar pastoral, social, fraternal, devocional, espiritual, porque nuestro laicado tiene conciencia de ser Iglesia.

Saben encaminar a las comunidades, mantenerlas vivas evangélicamente, operando pastoralmente. Así que en nuestra diócesis para la gloria de Dios, hemos tenido participación activa del pueblo”.

Pobreza, formación y éxodo

¿Cuáles son los actuales desafíos a superar en la Iglesia de Mayagüez de cara a los 50 años de su creación?

“El primer desafío de cara a nuestro jubileo, es mantener fuerte y activo el movimiento laical que por casi 50 años nos ha caracterizado. Un movimiento laical que no es propio exclusivamente de la diócesis de Mayagüez, ha sido un fenómeno que se dio en Puerto Rico desde inicios del siglo XX.
A inicios del siglo XX, Puerto Rico es invadido por los Estados Unidos, la invasión política norteamericana significó una invasión de religiones protestantes. Así que a principios del siglo XX la Iglesia Católica fue desposeída de todos sus bienes y la isla se quedó sin clero.

Muchos sacerdotes fueron expulsados, los que no se fueron, fueron expulsados al perder sus visas y sus permisos. A cambio de eso, los norteamericanos llenaron la isla de Iglesias protestantes.

Ante esa coyuntura de una Iglesia sin pastores, Dios suscitó en medio del laicado unos misioneros que se llamaron ‘Cheos’, laicos hombres y mujeres que desde principios de siglo XX (1903 – 1904) tuvieron la iniciativa de recorrer toda la isla organizando misiones populares. Tomaron la Iglesia en sus manos y salvaron la situación para que todavía hoy podamos decir que somos una Iglesia.

Esa tradición laical hay que mantenerla viva, operante, fuerte, vigorosa y ese es nuestro primer reto, que se conecta con aumentar esa formación del laicado, aumentar la cantidad de nuestros seminaristas, que gracias a Dios no han sido pocos. Aumentar la identificación de la diócesis con las clases más pobres y marginadas.

Puerto Rico, aún bajo la bandera americana es un territorio en quiebra, somos colonia de los Estados Unidos, triste y vergonzosamente somos eso, el territorio más pobre bajo la bandera norteamericana. La Iglesia tiene que enfrentar esa realidad, somos una Iglesia pobre.

También esta crisis de quiebra en la economía ha traído como consecuencia que la isla se ha despoblado, hemos perdido casi ya un millón de puertorriqueños.

En Puerto Rico no hay nacimientos, se cruzó el umbral, son más los que mueren que los que nacen, pero afuera hay más de 4 millones, es decir, que la mitad de los puertorriqueños nacidos en esta tierra viven fuera de nuestro territorio nacional.

Todos esos son desafíos que la diócesis los tiene. Tenemos que pensar entonces en la misión ad gentes para enviar misioneros desde aquí a otros países y sobre todo a las comunidades puertorriqueñas, que residen en su mayoría en los Estados Unidos de Norteamérica”.

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