Sí, era un hombre menudo Dom Helder Camara, lo que no obsta para que su legado, los frutos de su vida entregada entre sus hermanos, con el paso de tiempo se agiganten más y más.
El pasado domingo 25 de agosto el arzobispo de Olinda y Recife y segundo vicepresidente de la Conferencia de Obispos del Brasil (CNBB), Dom Paulo Jackson, presidió una misa de acción de gracias en la Catedral Metropolitana de Olinda, con motivo del 25º aniversario de la Pascua de Dom Helder Camara.
“Un exponente de la gracia de Dios para el Brasil” (Dom Paulo Jackson)
La predicación
Dom Paulo destacó en su homilía aquella década entre 1960 y 1970 porque “se convirtió en el gran portavoz de los derechos humanos, de la justicia y de la fraternidad cuando vivíamos en el país un momento tan doloroso de la guerra militar (…) lo que no pudo decir dentro del país lo dijo en Francia, en la ONU, en Nueva York, dondequiera que estuviera. Entonces la voz de Dom Helder cobró enorme fuerza, siendo la gran voz en defensa de la vida y los derechos humanos en nuestro país. No sorprende que haya sido nominado cuatro veces al Premio Nobel de la Paz”.
“Tenemos mucho que agradecer —expresó el arzobispo—. Acudieron muchos fieles, religiosos y laicos, personas que incluso vivieron y trabajaron con Dom Helder, que hoy vinieron a orar por él y con él pidiendo la paz para la humanidad. Estamos inmensamente agradecidos por esta hermosa celebración, que fue un hermoso momento de congregación de tantos fieles que custodian este legado defendido por Dom Helder Camara.”
Recuerdos entre amigos
La misa reunió a miembros del Instituto Dom Helder Camara (IDHeC), autoridades, movimientos y pastorales de la arquidiócesis y otros fieles admiradores del arzobispo.
Sor Wanda Araújo, monja vicentina que vivió durante años con Dom Helder y contribuyó a la preparación del proceso de beatificación, dijo: “De la misma manera que celebramos la llegada de un niño, su nacimiento y cumpleaños, también debemos marcar los años de vida en la Casa del Padre. Como decía Dom Helder, llega el momento en que cambiamos de dirección, dejando la vida en la tierra y continuar la vida en el cielo”.
Al finalizar la misa, Dom Paulo Jackson rezó con los fieles al pie de la tumba de Dom Helder y bendijo el lugar de descanso del religioso.
Rememorando su vida
- Dom Helder, conocido como “Dom da Paz”, nació el 7 de febrero de 1909 en Fortaleza (Brasil) y fue ordenado sacerdote tempranamente, a los 22 años.
- Aún en Ceará, se involucró con grupos de trabajadores, como lavanderas, herreros y trabajadores domésticos.
- En ese momento, también estuvo cerca de temas relacionados con la educación.
- En 1936 fue enviado a Río de Janeiro para ampliar sus estudios. En la entonces capital de la república se acercó a la Acción Integralista Brasileña, de la que luego se desmarcó.
- Fue en Río de Janeiro donde nació el proyecto CNBB. Allí, Helder también estuvo a cargo de instalar la Secretaría Nacional de la Acción Católica Brasileña, siendo el precursor de la conferencia episcopal.
- En diciembre de 1950 presentó su idea de la CNBB al entonces miembro de la Secretaría de Estado del Vaticano, monseñor Giovanni Battista Montini, que sería elegido Papa Pablo VI.
- En menos de tres meses, tras la elección del pontífice, se fundó la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil.
- Dom Helder fue secretario general de la entidad en dos ocasiones: de 1952 a 1958 // 1958 a 1964.
- Dom Helder destacó en su testimonio el papel de los laicos en la misión de la CNBB, que calificó de “extraordinaria”.
- En su ministerio episcopal, después de ser obispo auxiliar de Río de Janeiro entre 1952 y 1964, fue nombrado sexto arzobispo de Olinda y Recife (PE) hasta 1985, cuando su renuncia fue aceptada por el Papa Juan Pablo II. Mantuvo una fuerte presencia y publicó libros después de convertirse en emérito.
- Dom Helder también —y fuertemente— es recordado por su labor a favor de la defensa de la libertad y de los más necesitados.
- Durante el período de la dictadura militar en Brasil, después de haber sido instalado como arzobispo de Recife y Olinda, Dom Helder y otros 17 obispos del Nordeste pidieron la libertad del pueblo y de la Iglesia.
- En 1969 criticó la pobreza de los agricultores del noreste. En aquel momento lo tildaron de demagogo y comunista.
- Situaciones similares lo llevaron a pronunciar la memorable frase “Cuando doy de comer a los pobres, me llaman santo. Cuando les pregunto por qué son pobres, me llaman comunista”.
- Otros hechos se refieren a las represalias que sufrió, incluido el ametrallamiento de su casa, la detención y el asesinato de sus asesores.
- Dom Helder también fue signatario del Pacto de las Catacumbas, durante el Concilio Vaticano II.
- En vísperas de cumplir 80 años, en febrero de 1989, Dom Helder todavía expresaba su preocupación por la incredulidad en la política, la cuestión de la libertad, la reforma agraria, la violencia y la economía.
- En una entrevista con Correio Braziliense, afirmó: “El mensaje de Cristo no cambia, es eterno, pero los tiempos cambian, y por eso surgió el Concilio Ecuménico, un gran esfuerzo de los obispos de todo el mundo para aplicar el mensaje eterno mensajes de Cristo a nuestro tiempo”.
- Dom Helder murió en su casa, en Recife, a sus 90 años el 27 de agosto de 1999, a causa de una insuficiencia respiratoria derivada de una neumonía.
- En 2015, la arquidiócesis de Olinda y Recife (PE) inició la fase diocesana del proceso de beatificación de Dom Helder, ya considerado Siervo de Dios por la Santa Sede.
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