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Mons. Cabrejos: Fondo Populorum Progressio, “continuidad con la opción preferencial por los más pobres”

El Papa Pablo VI creó el 26 de marzo de 1969 con motivo del segundo aniversario de la Encíclica “Populorum Progressio” un “Fondo para ayudar a los campesinos pobres y promover la reforma agraria, la justicia social y la paz en América Latina”.

 

Creado el Fondo Populorum Progressio

Siguiendo esa idea, en 1992, el Papa Juan Pablo II decidió crear la Fundación “Populorum Progressio”, que definió como “un gesto de amor de la Iglesia en solidaridad con los más abandonados y necesitados de protección, como los pueblos indígenas, mestizos y afroamericanos”. Después de 30 años de trabajo, algo que ha agradecido, el Papa Francisco, en el encuentro con los miembros de su Consejo de Administración en el Palacio Apostólico Vaticano este 16 de septiembre, con la presencia de Mons. Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), ha decido suprimir dicha fundación, creando el “Fondo Populorum Progressio”.

El Santo Padre ha subrayado que, aunque cambie de forma, “mantiene su misión y sigue siendo una obra de caridad del Papa”. Por eso, analizando la realidad de América Latina y el Caribe, donde muchas familias “sobreviven en condiciones infrahumanas”, algo recogido en el Documento de Aparecida, el Papa Francisco ha destacado la importancia de la Asamblea Eclesial del Continente, que calificó como “una oportunidad para escuchar el clamor de los pobres”, y del Sínodo sobre la Amazonia, que “nos acercó a la realidad de exclusión en la que viven las comunidades indígenas y afrodescendientes”.

 

Un sueño de fraternidad y amistad social

Ante esa realidad, compartió en la Querida Amazonía cuatro sueños, que quiere extender “a todo el continente y a toda la humanidad”, buscando, como dice en Fratelli tutti, “un nuevo sueño de fraternidad y amistad social que no se limite a las palabras«. Una realidad que desafía a “crecer como una Iglesia ‘samaritana’ que consuela, se compromete y se inclina para tocar las heridas de la carne sufriente de Cristo en el pueblo”, palabras recogidas de Evangelii gaudium.

La decisión tomada por el Santo Padre tiene como fundamento la Praedicate Evangelium, y busca “promover una mayor vinculación con las Iglesias locales, para hacer más efectivos los programas de desarrollo integral en las comunidades indígenas y afrodescendientes más postergadas, sumidas en la miseria y el abatimiento”. En ese sentido, una novedad importante es la insistencia del Papa en no ver a los pobres como “receptores de obras de caridad”, y sí como “parte activa del discernimiento de las necesidades más urgentes”, liberándose de “las mentalidades paternalistas, que amplían la brecha entre quienes están llamados a formar una sola familia”.

 

Protagonismo del Celam

En esa perspectiva descentralizadora, el Papa Francisco quiere que “la ayuda al desarrollo de proyectos siga siendo una expresión de la caridad del Papa, pero no tenga su centro en la Curia Romana”. La novedad es que el Santo Padre ha confiado al Celam la tarea de ayudarle en el análisis de los proyectos y su realización, continuando el trabajo conjunto con la Curia Romana a través del Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral, que conservará la responsabilidad de la administración del fondo, que estará vinculado al servicio de esta misión.

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Desde el Celam, Mons. Miguel Cabrejos ha afirmado que “acogemos con profunda gratitud y esperanza esta nueva tarea que nos confía el Papa Francisco, como expresión de la caridad del Santo Padre con la Iglesia latinoamericana y caribeña, y en la perspectiva del servicio y la articulación de esfuerzos a la que nos invita Praedicate Evangelium”. Según el presidente del Celam, “sin duda, nuestra colaboración con el Fondo Populorum Progressio se sitúa también en continuidad con la opción preferencial por los más pobres que venimos reafirmando desde hace varias décadas en nuestra acción pastoral, tal como se expresa en el rico Magisterio de la Iglesia latinoamericana y caribeña. Trabajaremos en estrecha comunión y colaboración con Obispo de Roma y con el Dicasterio para el Servicio del Desarrollo Humano Integral”.

 

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