Acoger los carismas que identifican la acción pastoral de los movimientos eclesiales en América latina y el Caribe, hace parte de la misión del Celam. Tarea que se concreta en diferentes momentos de escucha y encuentro que permiten descubrir valiosas experiencias que ratifican la importancia de caminar juntos.
Muestra de ello, fue la reunión efectuada este 14 de agosto entre los miembros de la Secretaría General del Celam y los referentes en Latinoamérica del movimiento Encuentro Matrimonial Mundial. En representación del Celam se hicieron presentes Mons. Lizardo Estrada secretario general, el P. Pedro Brassesco secretario general adjunto y el P. Fabio Antunes director de Cebitepal.
“Nuestra misión es trabajar en unidad y vincular muchas redes que sabemos ya están trabajando con y por la familia. Nuestro deseo es caminar con ellos,” explicó Mons. Lizardo Estrada, al referirse a los objetivos de la reunión. Para el prelado este encuentro es el inicio de un proceso y es una gran alegría recibirlos en la sede del organismo en Bogotá, para conocer su historia y los aprendizajes alcanzados en la tarea de acompañar a miles de familias en el mundo.
Necesitados del otro
La pareja formada por Ana Patricia Romero y Mario Botía, como representantes en América Latina del movimiento Encuentro Matrimonial Mundial, expresaron su agradecimiento a Dios por la apertura de la Iglesia para acoger a los matrimonios y considerarlos como un aporte; por cuanto su labor está orientada al trabajo de acompañamiento a las parejas. “Estrechar lazos con el Celam nos permite pensar en un trabajo dirigido hacia todos los países del continente,” indicaron.
“Nosotros ofrecemos un fin de semana de encuentro matrimonial para parejas, pero también tenemos otra experiencia denominada Familia Abierta y Apostólica que invita a las diferentes formas de familia que actualmente existen y requieren de apoyo para asumir los desafíos que se presentan al momento de tener una familia,” comentó Ana Patricia Romero. “A través de los talleres buscamos acoger nuestras realidades y fortalecer la relación entre quienes integran el hogar,” agregó Mario Botía.
Experiencia que les ha permitido constatar que todos “somos débiles, frágiles y necesitamos del otro. Quizá hemos vivido en nuestras relaciones ese momento de romance intenso y luego de profunda desilusión; pero si estamos de la mano de Dios, es posible llegar a ese júbilo. Es entender que no se trata de llevar una vida perfecta, sino de hallar a Dios en la otra persona y construir un camino que nos acerque a Él y a la Iglesia”.
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Amor total
Por su parte el P. Raúl Restrepo acompaña espiritualmente el Encuentro Matrimonial Mundial desde hace 40 años y afirma que ha sido una oportunidad para valorar la consagración de los matrimonios ayudándole a crecer como sacerdote y fundamentar su actividad en la espiritualidad de San Ignacio de Loyola.
El Encuentro Matrimonial Mundial nació hace más de 50 años, tiempo en el que ha trabajado con más de 3 millones de parejas en casi 100 paises del mundo. Su objetivo es ayudar a las parejas a liberar el potencial de su relación con nuevas formas de vivir su «Si» diariamente. Se trata de una experiencia que ayuda a escuchar, compartir y conectarse más profundamente.
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