En representación del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), su Secretario General, Mons. Lizardo Estrada Herrera, ha participado este 11 de febrero en la eucaristía de canonización de la beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula, en la Basílica de San Pedro.
Llamados a la santidad
“Los santos son un modelo, un ejemplo a seguir, y en este caso se trata de una mujer laica argentina que ahora intercede por nosotros y nos recuerda, con su vida, que todos los bautizados estamos llamados a la santidad”, comenta el prelado peruano, al resaltar que “la santidad no es solo para los sacerdotes, los religiosos y las religiosas, sino para todos, y Mama Antula es ejemplo de ello”.
Mons. Lizardo, quien también es obispo auxiliar de Cusco, recuerda que “en el siglo XVIII, un tiempo marcado por el patriarcalismo, Mama Antula evidencia el protagonismo de la mujer que siempre ha de estar presente en la sociedad como en la Iglesia; y su ejemplo nos anima a visibilizarlo”. Se trata, además, de un asunto que ha estado muy presente tanto en la Primera Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe como en el Sínodo de la Sinodalidad.
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Ejemplo de servicio misionero
Desde el punto de vista de su labor misionera, el Secretario General del Celam subraya que “Mama Antula, la primera santa argentina laica, fue una mujer que se insertó en su cultura y llevó el mensaje del evangelio en lengua quechua. Su ejemplo de servicio, de entrega misionera continuando la labor espiritual de los jesuitas luego de su expulsión del país, nos anima a seguir siendo una Iglesia en salida. El Evangelio es uno, pero debemos inculturarlo en cada realidad”.
Finalmente, Mons. Lizardo se refirió a la extensa labor social liderada por la santa argentina, “que supo priorizar a los más pobres y vulnerables de su tiempo, como también lo hiciera Jesús, tocando y sanando las heridas”, dijo, evocando el mensaje del Papa Francisco en la misa de canonización.
“Para el Celam, nuestra presencia en esta canonización es también un signo de comunión fraterna con nuestros hermanos obispos argentinos y con la Iglesia argentina. Nos alegramos con esta nueva santa latinoamericana, que es una buena noticia para todos, nos da fuerza y esperanza en la misión que nos corresponde asumir como discípulos-misioneros”, concluyó el obispo peruano.
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