Que los jugadores argentinos hayan dejado de lado sus intereses y proyecto personales para dar todo “pensando en el equipo y en darnos una alegría”, es visto por Mons. Víctor Manuel Fernández como la razón del éxito en la conquista de su tercera Copa del Mundo por parte de la selección argentina. El arzobispo de La Plata ha destacado que entre los miembros del combinado albiceleste “se advertía con facilidad una fuerte unidad, una corriente de verdadera simpatía”.
Mensajes para otras áreas de la vida social
El prelado argentino ha destacado que “estos son valores que tienen que ver con el triunfo y que dejan mensajes para otras áreas de la vida social”. Igualmente ha resaltado “la enorme pasión de la hinchada argentina, todo el país lo vivió con ese fervor”, algo que ha ayudado a opacar las diferencias políticas e ideológicas, habiendo un sueño común.
La victoria del combinado nacional no es vista por Mons. Fernández como un narcótico, pues “el pueblo argentino es inteligente, no es tonto. En todo caso de este triunfo tomará fuerzas para luchar y salir adelante”. Con relación al mejor jugador de la recién concluida Copa del Mundo, ha dicho que Messi, a quien conoció en un partido amistoso en Roma y en la posterior visita del equipo al Papa, ha destacado que “me cautivo su sencillez y humildad. También le escuche unas palabras sobre su fe en Dios, a quien atribuye su don especial”.
No podemos olvidar los grandes problemas de pobreza e inseguridad
Las palabras del arzobispo de La Plata son refrendadas por el padre Juan José Medina, capellán de la Asociación del Fútbol Argentino (AFA) desde hace 25 años. Sobre la gran estrella de la selección argentina dice conocerle desde 2004, cuando vio en él a “un chico muy serio y educado, sin duda nadie pensó entonces que tendría una carrera así, coronada por el partido de hoy».
Sobre Lionel Scaloni, seleccionador argentino, con quien el padre Medina mantiene una magnífica relación personal, le ha definido como «una persona increíble, un hombre muy serio, atiende la parroquia del Seminario, en Buenos Aires. Siente mucho la responsabilidad que tiene, y la ejerce no sólo con sus dotes futbolísticas, sino también con sus dotes culturales». Ahora es el momento de celebrarlo, ha resaltado el capellán de la AFA, que ha dicho que “hoy la gente está contenta, pero no podemos olvidar los grandes problemas de pobreza e inseguridad que existen en Argentina”.
Enseñanza para los políticos
Por su parte Agustín Salvia, ha insistido en que “no hay una relación lineal entre los político y lo deportivo, pero lo que sí hay es una contradicción profunda entre como un equipo que no ha tenido rencillas, que trabajan mancomunadamente, con un director técnico muy claro, muy honesto, muy transparente, organizando a distintos recursos humanos con capacidades deportivas, construyendo un equipo que no compiten entre sí, que dialogan y se encuentran, y que luchan por una misma causa, que es ganar, pero también es producir felicidad de una sociedad, marca una contradicción enorme con lo que ocurre en el mundo de la política”.
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El sociólogo de Universidad Católica Argentina criticó “una clase política profundamente fragmentada, competitiva, luchando contra el otro y no con el otro en función de un proyecto común”. Por eso destacó que “hay una contradicción enorme entre lo que ha mostrado un equipo deportivo trabajando en equipo con una dedicación enorme por el bien común, contra una clase política que está empeñada en luchar por sus internas”.
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