La Iglesia en América Latina y el Caribe ha trabajado incansablemente para preparar a sus comunicadores al Jubileo del Mundo de la Comunicación en Roma, que inició este viernes 24 de enero y se extenderá hasta el 26. A través del Centro Pastoral de Comunicación (CPC) y la Red Eclesial de Comunicadores de Latinoamérica y el Caribe (Reclac), se ha impulsado una labor colaborativa entre obispos, medios católicos y misioneros digitales para que este acontecimiento inédito en la Iglesia alcance los resultados propuestos.
ADN Celam se puso en contacto con monseñor Daniel Blanco Méndez, coordinador del Centro para la Comunicación del Consejo Episcopal Latinoamericano (Celam), quien actualmente se encuentra en Roma participando en este evento eclesial. Monseñor Blanco compartió detalles significativos sobre el impacto de este encuentro para los comunicadores de la región y el compromiso a asumir una vez concluya.
Tal como lo expresa el lema “Peregrinos de esperanza”, este evento busca ser un signo concreto de esperanza para la Iglesia latinoamericana, especialmente en medio de las crisis sociales que enfrentan las comunidades, como la pobreza, la migración y el cambio climático.
Preparación y trabajo colaborativo en red
PREGUNTA: ¿Cómo ha venido preparando la Iglesia en América Latina y el Caribe a los comunicadores católicos para participar en el Jubileo del Mundo de la Comunicación en Roma?
RESPUESTA: El mandato de la última asamblea plenaria del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) pedía al Centro Pastoral de Comunicación una mayor interacción con las distintas instancias que se dedican a la comunicación en América Latina y el Caribe, desde los obispos encargados de comunicación, los secretarios de comunicación de las Conferencias Episcopales, los medios de comunicación católicos y los misioneros digitales, con la convicción de comunicar bien al que es el Sumo Bien, en toda Latinoamérica y el Caribe.
Esto ha dado como fruto una mayor comunión y trabajo en conjunto de los distintos agentes que nos dedicamos a la pastoral en América Latina y el Caribe para que aquello que se hace en las distintas iglesias particulares se pueda dar a conocer a toda la región por medio de nuestro centro para la comunicación y la Reclac, que es la Red Eclesial de Comunicadores de Latinoamérica y el Caribe, fundada el pasado mes de julio de 2024.
Todo esto ha sido el preámbulo para la participación, durante estos días en Roma, del Jubileo para quienes nos dedicamos a la comunicación en la Iglesia
Ya el Centro Pastoral de Comunicaciones (CPC) y la Reclac han unido esfuerzos para dar insumos, ayudar con las inscripciones y otros asuntos logísticos para la participación en el jubileo de las comunicaciones e incluso colaborar económicamente para que miembros de la red que por la situación política de sus países no hubiesen podido participar estén presentes en Roma, como es el caso de la secretaria de comunicación de la conferencia episcopal de Venezuela.
Signos tangibles de esperanza para el mundo.
- Foto: Eduardo Soto
Los comunicadores deben ser signo de esperanza
P: ¿Qué mensaje desea transmitir la Iglesia latinoamericana y caribeña en este encuentro, considerando los desafíos sociales y culturales únicos de la región, y cómo pueden los comunicadores católicos, en el marco del tema: ‘Peregrinos de esperanza’, inspirar esperanza en una región marcada por la desigualdad y las crisis sociales?
R: San Juan Pablo II, el papa que convocó al último Jubileo Ordinario en al año 2000 llamó a América Latina el continente de la esperanza. El papa Francisco, el actual sucesor de Pedro, veinticinco años después, ha convocado a un nuevo Jubileo Ordinario, y este papa siendo del «Continente de la Esperanza» lo ha hecho con una bula que lleva el nombre de «La Esperanza no Defrauda» y nos ha invitado a todos a ser «Peregrinos de Esperanza».
Los comunicadores católicos de Latinoamérica y el Caribe tenemos, por tanto, la tarea de ser signos de esperanza tanto para nuestra región como para la Iglesia del mundo entero reunida estos días en Roma.
El papa Francisco insistía la noche de la Navidad cuando abría la Puerta Santa e inauguraba el año jubilar, que debemos ser «signos tangibles de esperanza», y nosotros podemos serlo durante este jubileo del mundo de las comunicaciones presentando cómo en medio de las situaciones que agobian nuestra región, como la pobreza, la migración, el debilitamiento de los sistemas democráticos, la polarización ideológica, los efectos devastadores del cambio climático y otros seguimos anunciando la verdad del Evangelio, comunicando el mensaje del Reino y lo estamos haciendo en red, viviendo la sinodalidad, trabajando en comunión en la región, uniendo esfuerzos y ayudándonos unos a otros sin prejuicios, sin celos profesionales, al contrario cada quien poniendo al servicio del otro los carismas que el Señor ha regalado.
Esto nos enriquece como región y es algo que siempre podemos compartir con la Iglesia Universal en eventos como los que estamos viviendo en este Jubileo del mundo de las comunicaciones.
- Foto: Mons. Daniel Blanco
Un mensaje de unidad en la diversidad
P: ¿Cómo puede la comunicación católica en América Latina y el Caribe contribuir a la unidad y a un mensaje universal en medio de las diversas culturas que componen la región?
R: Estoy convencido de que, si comunicamos bien al que es el Sumo Bien, es decir si comunicamos no solo anunciando sino viviendo los valores del evangelio, aquello que la Iglesia en América Latina y el Caribe aportará al a Iglesia Universal será precisamente un mensaje de unidad y de comunión en medio de las múltiples diferencias que existen en la región, que más que separarnos o afectarnos nos han enriquecido y fortalecido.
Principalmente puedo manifestar que en medio de las limitaciones de personal y de recursos económicos que existen, cada Conferencia Episcopal aporta lo mejor que tiene, y sabe que cuenta con el Centro Pastoral de Comunicación del Celam y la Reclac, para solicitar colaboración en aquello que adolece.
Como ya mencionaba anteriormente este ha sido un trabajo que se ha venido dando desde hace algún tiempo y nos ha regalado muchos frutos, los cuales esperamos compartir con la Iglesia Universal en estos días de encuentro y formación que tendremos en el Jubileo.
Transformar desafíos en espacios de esperanza
P: ¿Qué expectativas tiene respecto al impacto del Jubileo del Mundo de la Comunicación en la misión evangelizadora de los comunicadores católicos en la región?
R: El mayor impacto se dará cuando quienes participaremos en este jubileo podamos asumir uno de los objetivos de este que indica que al profundizar sobre los desafíos más urgentes que el ambiente mediático contemporáneo debe afrontar, entre ellos el crecimiento de las plataformas digitales, la desinformación, la polarización y la radicalización, podamos reflexionar sobre cómo los comunicadores de la Iglesia pueden transformar este contexto en un espacio de esperanza.
Y que esta reflexión, es decir, la transformación del contexto actual en un espacio de esperanza, la podamos llevar a cada uno de nuestros países y la compartamos con los comunicadores católicos, misioneros digitales y todos aquellos, que incluso en nuestras parroquias buscan comunicar la verdad del evangelio, para que la comunicación se convierta en la Iglesia en una plataforma de transformación y en signo tangible de esperanza para el mundo.
- Foto: Eduardo Soto
Celebraciones y encuentros locales como ecos del Jubileo
P: ¿Qué iniciativas se han ido promoviendo para que las comunidades locales en América Latina y el Caribe también vivan este Jubileo de manera significativa?
R: Cada Conferencia Episcopal, liderada por el Obispo presidente de la Comisión de Comunicación y de la persona que lo acompaña como secretario o secretaria, ha planeado distintas actividades para celebrar este Jubileo en sus propias iglesias locales.
Se realizarán, además de las celebraciones religiosas como la eucaristía para ganar la indulgencia, momentos de encuentro y de formación para las distintas personas que colaboran en la comunicación en los países de nuestra región.
También el Celam, por medio del Centro Pastoral de Comunicación ha organizado actividades durante este año jubilar para encontrar a los comunicadores de América Latina y el Caribe. El primero de ellos será en Ciudad de México, del 20 al 23 de febrero con los misioneros digitales de la región.
Durante el año también nos encontraremos con los encargados de las Radios Católicas y de las Televisoras Católicas de América Latina y el Caribe.
Sobre el Jubileo del Mundo de la Comunicación
El Jubileo de las Comunicaciones es un evento especial dentro de la Iglesia Católica que celebra y reflexiona sobre el papel de los medios de comunicación en la difusión del Evangelio y en la construcción de una sociedad más justa, solidaria y conectada. Comenzará con el acto de bienvenida se dio este viernes 24 de enero en la basílica de San Juan de Letrán. Se hará una misa internacional con motivo de la fiesta de San Francisco de Sales, patrón de los periodistas, y que estará presidida por el cardenal Baldo Reina, vicario general del papa para la diócesis de Roma.
El Jubileo de la Comunicación llevará por lema «Comunicar la esperanza» y participan periodistas, operadores de medios, directivos y directores de medios, miembros de juntas directivas, realizadores de video, diseñadores gráficos, redactores, encargados de relaciones públicas, administradores de redes sociales, técnicos de audio y video, tipógrafos e informáticos, entre otros.
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