Monseñor Miguel Cabrejos, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), en su prédica de este XXVII domingo del tiempo ordinaria ante la imagen del Señor de los Milagros ha explicado que “el tema de la fe y de la confianza están entrelazados, entretejidos en todo el Evangelio de hoy (Lc 17, 5-10)”.
Por ello, la fe, pequeña y reducida a una lucecita, semejante a una semilla microscópica como aquella de la mostaza, “tiene la fuerza de arrancar aquello que está consolidado, que tiene la capacidad de cambiar la existencia, de dar un vuelco al destino, de transformar la historia, de trasplantar en el mar aquello que puede vivir solo en la tierra”.
“La fe tiene que tener raíces resistentes, bien arraigada, para que las tempestades no la hagan tambalear fácilmente”, de allí como “San Pablo dice: “El justo vivirá por su fe (Rom. 1,17)”, por ende, “el justo en la enseñanza bíblica tiene su única confianza en Dios y por tanto vivirá porque el Señor es su roca sólida que no vacila en las tempestades de la historia”.
“La fe como el amor no recrimina, no exige, no reclama derechos. La fe no es el cambio ofrecido a Dios después de un don, sino solo es la respuesta que el don divino ha encendido y provocado en nosotros”, acotó.
Por el bien común
Por otra parte, monseñor Cabrejos ha expresado que “el hombre a Dios debe darse, entregarse con amor; la relación se asemeja más al amor nupcial en donde la donación es libre y total y no conoce hora y tiempo, premios y recompensas”.
“Así, podemos decir que en la comunidad cristiana ninguno debe exigir prestigio o dignidad mayor, porque ha ofrecido servicios más importantes o más extendidos en el tiempo”, apuntó.
Para don Cabrejos “todos deben tener la capacidad de dar, amar, sacrificarse por Dios y por los otros, sin la lógica del aprovechamiento o del logro productivo”, puesto que “si se tiene la conciencia propia de la fe, ni el que planta, ni el que riega es alguien, sino solo Dios es el que hace crecer”.
En definitiva, advierte el prelado: “No debemos, por eso, establecer contabilidad matemática sobre los méritos de nuestras obras buenas; la fe no es un contrato jurídico con cláusulas precisas sino la fe es una donación de amor donde se quisiera dar todo a la persona amada, aun la propia vida”.
Le puede interesar: Una nueva entrega de la revista Misión Celam: “Los jóvenes, agentes de transformación”
Recibe gratis por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU
Sigue toda la información sobre la «Fase continental» del Sínodo aquí https://bit.ly/3RguCLO
Estos son los 41 desafíos que deja la Asamblea Eclesial de América Latina y el Caribe https://bit.ly/3QXoffM
Post a comment