ADN Celam

Monseñor Miguel Cabrejos Vidarte, presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) y arzobispo de Trujillo (Perú), en su homilía de este domingo, 10 de julio, a propósito del Evangelio con la parábola del buen samaritano, ha invitado a “ponernos al interior de quien sufre para saber cómo nos debemos comportar como prójimo”.

“A Jesús no le  interesa los grados de proximidad, cercanía, sino los actos de generosidad”, por lo que agrega el prelado: “Se perfila también en la parábola una sutil polémica con una religiosidad sacral y árida,  inclinada solo sobre los propios ritos y aislada de la vida”.

En este sentido, ha planteado que “existe una religiosidad fría que se preocupa de las cosas de Dios e ignora la imagen más alta y más viva de Dios presente en la tierra, esto es el ser humano”.

Incluso “es aquella práctica religiosa que Jesús a menudo ha tildado de hipocresía y que lamentablemente a veces se anida al interior de la vida cristiana”, sin embargo “el samaritano inicia  la verdadera caridad, sacrificio en el cual Dios se complace, según toda la Sagrada Escritura”.

Ir más allá como el samaritano

En cuanto a lo significativo de este paraje bíblico, don Cabrejos establece lo siguiente: “Es significativo tener en cuenta la acumulación de verbos y la afectuosa atención con la que Jesús describe todos los gestos de este Samaritano: Pasó  cerca, lo  vio,  tuvo compasión, se  hizo cercano,  le vendó las heridas, colocó aceite y vino, lo subió sobre su cabalgadura, lo llevó al hospedaje,  tomó cuidado de él” .

Sin duda, prosigue Monseñor, “el samaritano tiene el corazón lleno de ternura, las manos activas, el cuidado absoluto y generoso. Un cuidado que tiene el futuro del sufriente, como aparece en el diálogo final con el dueño del hospedaje”.

“Estamos frente al perfil ideal de una figura rechazada en aquel entonces. Un samaritano, mostrando como la frontera de la fe y la justicia, van más allá de las fronteras racionales, culturales y sociales y también va más allá de las fronteras religiosas, oficiales y externas”, acotó.