Monseñor Miguel Cabrejos, arzobispo de Trujillo (Perú) y presidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), ha invitado en su homilía de este domingo, 31 de julio de 2022, a buscar las riquezas espirituales en primer lugar, que las riquezas materiales.
El Evangelio nos dice: “Haceos una bolsa que no se envejece, un tesoro inagotable en los cielos, donde los ladrones no llegan y la polilla no corroe, no consume. Estad listos, con la ropa puesta y las lámparas encendidas” (Cf. Lc 12, 33-35).
“Tus riquezas tendrás que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el contrario, la gloria que hayas adquirido con tus buenas obras lo llevarás hasta el Señor”, mencionó.
La gloria con buenas obras
Nunca digas: “No tengo nada que dar, soy pobre”, porque en realidad “si actúas así, en verdad eres pobre y privado de todo bien: pobre en amor, pobre en humanidad, pobre en confianza en Dios, pobre en esperanza eterna”.
Don Cabrejos concluye que “el tener no absorba nuestro ser”, puesto que “la Felicidad está en hacer el bien las cuentas, sabiendo que al final solo cuenta lo que hemos compartido”.
De hecho, “Steven Jobs, fundador de Apple y el hombre más rico del mundo, se dio cuenta y dijo: “Ser el hombre más rico del cementerio no me interesa, murió a los 56 años en el 2011”.
En definitiva –dice monseñor – “tus riquezas tendrás que dejarlas aquí, lo quieras o no; por el contrario, la gloria que hayas adquirido con tus buenas obras lo llevarás hasta el Señor”.
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