La tercera cesión del Congreso Eucarístico Internacional que se adelanta en el auditorio del Centro de Convenciones Metropolitano de Quito, inició esta mañana 10 de septiembre, con la celebración Eucarística presidida por monseñor Francisco Ozoria, arzobispo de Santo Domingo y Primado de América, quien afirmó que ninguna actividad pastoral debe reemplazar a la Eucaristía.
El prelado recordó que, por estos días que se ha estado reflexionando sobre las heridas del mundo, que encierra la muerte y el pecado, el Congreso está siendo una oportunidad para recuperar la importancia que tiene la Eucaristía en la vida de toda persona, esto con el fin de curar las heridas de tantos que están alejados de Dios.
Luego de reflexionar sobre las lecturas del día, indicando que nos llenan de esperanza, mencionó como el Vaticano II habla de la Eucaristía como fuente y culmen de la vida en la fe de la Iglesia, lo que significa -agregó- “La Eucaristía es centro de nuestra vida y por tanto deberá ser siempre prioridad en todo nuestro quehacer”.
Eucaristía el centro de la vida
Del mismo modo observó que, los Congresos Eucarísticos internacionales, nacionales y parroquiales que se organicen deben priorizar el sacramento de la Eucaristía como centro de la vida cristiana. Esa centralidad de la Eucaristía en el quehacer pastoral, dijo, tiene que ser prioridad y verse manifestada en cada acción que se realice, en la catequesis, en las homilías, entre otras.
El arzobispo advirtió que, es muy frecuente que en el ambiente de Iglesia los sacerdotes le den prioridad a los eventos sociales que puedan surgir y no a la Eucaristía. Así, expuso “estamos enseñando a nuestra gente que aquello es más importante que la celebración de la Eucaristía y a mí me ha pasado, se de muchos casos de estos y sé que ustedes sacerdotes y obispos también conocen que esto es así, hay que prestarle atención”.
Las palabras del obispo resonaron con un llamado fuerte a un cambio de comportamientos y maneras de proceder, pues indicó que se debe enseñar que la Eucaristía debe ser el centro de la vida de todo cristiano. Por lo que expuso que, estos Congresos que se realizan cada cuatro años son con el fin de despertar este amor por la Eucaristía, por lo que invitó a vivirlo al máximo.
Concluyó su reflexión, exhortando para que la Eucaristía sea vista como centro, fuente y culmen de la vida de la Iglesia y que en cada persona y comunidad se dé también la prioridad a la Eucaristía de frente a muchísimas actividades que se puedan realizar internamente, “porque todas las acciones pastorales que se realicen sin la Eucaristía serán vacías”.
Fotos: Cortesía oficina de comunicaciones del Congreso Eucarístico Internacional
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