Una alerta humanitaria urgente debido a las restricciones impuestas por grupos armados en varias veredas de los municipios de Arauquita, Tame y Puerto Rondón, en el departamento de Arauca, Colombia, han hecho que la Iglesia católica levante su voz frente a esta crisis social que afecta a toda la población.
El departamento de Arauca en lo corrido del 2024 ha venido presentando una serie de actos violentos, incluyendo secuestros y homicidios que tienen en alerta tanto a la comunidad como a los organismos internacionales, esto refleja la vulnerabilidad y el riesgo constante que enfrentan los habitantes del departamento.
Frente a esta compleja realidad, el obispo de esta región del país, monseñor Jaime Cristóbal Abril González, ofreció un mensaje donde expresa la cercanía y solidaridad con la población afectada y los anima a crecer en la esperanza.
Caminos de encuentro y diálogo
El prelado presentó una radiografía del panorama sombrío que allí se vive, constata que la reactivación directa de la confrontación armada entre grupos insurgentes, ha llevado al agravamiento de la crisis social y como consecuencia de ello se evidencia: asesinatos selectivos, desplazamiento forzado, amenazas, extorsiones, secuestros, retenciones y desapariciones, reclutamiento de menores, reclutamiento de menores, confinamientos y las restricciones en la movilidad, especialmente sectores rurales, entre otros.
“Nos preocupan estas situaciones, por eso expresamos nuestro deseo para que realmente se puedan encontrar soluciones, caminos de encuentro y de diálogo, avances concretos que lleven a la superación de todo lo que está afectando gravemente nuestras comunidades”.
Advirtió que, el 21 de julio llegaron al casco urbano de Puerto Rendón más de 20 familias desplazadas, aproximadamente 62 personas, entre ellas 39 adultos mayores y 23 niños, a esto -agregó- “sabemos de otras familias que han quedado todavía confinadas en sus casas y de otras personas de quienes no sabemos su situación concreta”, al respecto pidió se respete sus vida e integridad.
Un llamado vehemente a actores y autoridades
En un mensaje enviado en video, el obispo hace un llamado a los actores armados para que cesen las acciones violentas y dejen fuera del conflicto a la población, les pide, además, respeten el derecho internacional humanitario y se busquen caminos de diálogo con soluciones reales que evite la confrontación.
Igualmente, hace un llamado vehemente a las autoridades municipal, departamental y nacional para que actúen con eficacia y prontitud en beneficio de la población que está sufriendo este flagelo, a este último les pide no olvidarse del dolor que padece este departamento de Arauca.
«Les reiteramos nuestro llamado para que no olviden a Arauca, para que les duela nuestra situación y que estos hermanos nuestros que están siendo desplazados, tengan respuestas de ayudas efectivas tanto para afrontar la situación actual concreta, como también en la posibilidad de su retorno a sus casas en paz, será siempre de gran ayuda contar con la valiosa colaboración de los organismos e instituciones internacionales que hacen presencia en el territorio», afirmó.
Cercanía de la Iglesia
A continuación, expuso que la Iglesia ha dispuesto un equipo de la Pastoral Social, con profesionales en diversas áreas, quienes se han desplazado al municipio de Puerto Rendón, para atender desde la parroquia la Inmaculada a la población que sigue llegando desplazada.
“A todos mi cercanía, especialmente a estas familias, a estos hermanos nuestros que están viviendo esta situación difícil en este momento, no están solos, no los vamos a dejar solos, que María Santísima nuestra bella madre nos proteja nos acompañe y nos ayude a todos”, concluyó.
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