En medio de la crisis económica, política y social, que vive Bolivia, los obispos reunidos en la 105.ª Asamblea de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB) emitieron un “Mensaje al Pueblo de Dios”, con una invitación a ser peregrinos de esperanza, viviendo en la fe, la verdad y la solidaridad.
La Asamblea se desarrolló en el contexto del reciente Sínodo de la Sinodalidad, “que nos indica el camino a seguir con esperanza en la renovación de nuestra Iglesia, según el corazón de Cristo bajo la acción del Espíritu Santo”, señala el documento de la CEB.
Además, recuerda el gran acontecimiento que será el “Año del Jubileo del Redentor”, que se celebrará en Roma y en la Iglesia Universal con el lema “Peregrinos de la Esperanza”: “La Iglesia es una comunidad de esperanza porque confiamos en la promesa de Cristo que nos alienta a cambiar con un corazón limpio y generoso nuestra realidad”, puntualizan los obispos.
Crisis del corazón
“Esperanza que deseamos para Bolivia en estos momentos de dificultades que nos afectan, y que contemplamos a nivel mundial en el deterioro de la convivencia humana, de la democracia, en el aumento de la violencia y crisis medio ambiental”, señalan las autoridades eclesiales en su pronunciamiento, que también, es un llamado a renovar el corazón.
El mensaje de los obispos se centra en una realidad palpable: “La crisis ética que vive la humanidad es una crisis del corazón, no es de entendimiento ni de inteligencia sino del corazón”. Así hacen memoria de la reciente Encíclica del Papa Francisco “Dilexit nos” (Nos amó), que, según explica, “pone el centro de la persona humana en el corazón y nos dirige la pregunta más decisiva que podríamos hacernos ¿tengo corazón?» (Dilexit nos, 23)”.
Los obispos cuestionan: “¿Tienen corazón los que provocan destrucción quemando la naturaleza amparados en la más desvergonzada impunidad o los que se benefician del sufrimiento de los más pobres del país? ¿Tienen corazón los que se benefician del hundimiento económico que sufrimos o los que bloquean los caminos sin sentir ni un poco de compasión, viendo cómo lloran nuestros campesinos, los empresarios, los productores, los transportistas y nuestro pueblo en general?”. Y reiteran esta convocatoria a no perder el corazón, la compasión y la capacidad para la solidaridad y sentir lo que sienten los pobres en su propia carne.
Peregrinos de esperanza en Bolivia
A pesar de las sombras que envuelven la realidad actual, los obispos alientan a los bolivianos a ser verdaderos “peregrinos de la esperanza”, especialmente mientras se prepara la conmemoración del Bicentenario de la Independencia: “Construyamos un país capaz de vivir en fraternidad”.
“Creemos en los bolivianos que trabajan, en las familias, en los niños y jóvenes, en nuestras madres y abuelas, en nuestros padres y en tantas personas de buena voluntad que con corazón generoso construyen Bolivia”, señala el comunicado, que hace resonancia de la homilía del presidente de la CEB, Mons. Aurelio Pesoa Ribera OFM, destacando la labor de los ciudadanos que trabajan por una Bolivia justa y fraterna.
“No se puede construir una patria sobre la mentira, la violencia, el odio y la muerte. Dios nos conduce a la libertad cuando el pueblo es fiel, viviendo en la fe, la esperanza, la verdad y la solidaridad”, remarca el mensaje al pueblo de Dios. Alentando a ser peregrinos de la esperanza: “Si de verdad vivimos un diálogo sincero con Dios que nos lleve a la reconciliación nacional, cuyo objetivo es el respeto a la dignidad humana y el bien común; si convertimos la crisis actual en oportunidades para verdaderos cambios estructurales en el país; si extendemos nuestras manos hacia la reconciliación y la paz, no llevemos en ellas las armas que infringen dolor y sufrimiento al pueblo”.
Acciones y llamados a la comunidad
“Invitamos al Pueblo de Dios a organizar peregrinaciones y otras manifestaciones religiosas en las parroquias y comunidades para sostener el valor de la fe, la unidad y el bien común”, es el pedido de los pastores para que Bolivia salga de la crisis en la que se encuentra sumergida.
Al mismo tiempo, el mensaje afirma que en Bolivia se tiene un “bono demográfico”, y explica que existe un gran número de población joven con capacidad de aportar a la construcción de una nueva Bolivia.
Los obispos recuerdan la reciente carta pastoral sobre la violencia “Por una Cultura de Paz”, como una valiosa orientación que ayude a asumir y poner en práctica acciones concretas, “desde un diálogo abierto, que ayuden a erradicar la violencia y construir la paz”.
Celebraciones y buenos deseos
Los obispos felicitan a las Diócesis de Potosí, Tarija y Oruro que celebran 100 Años de su creación canónica, y les desean que “el Señor bendiga a sus obispos y a todo el Pueblo Santo de Dios para que sean comunidades cristianas vivas y misioneras”.
Al concluir el mensaje, cerca de las celebraciones navideñas, los obispos invocan a María, Madre de la Esperanza, para que acompañe a Bolivia en el camino hacia la paz, la justicia y la fraternidad.
La 105.ª Asamblea de la Conferencia Episcopal Boliviana se celebró del 7 al 12 de noviembre en la casa de retiros Cardenal Clemente Maurer, y durante la presentación del Mensaje estuvo presente la presidencia, conformada por Mons. Aurelio Pesoa, presidente, Mons. Percy Galván, vicepresidente y Mons. Giovani Arana, secretario general.
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