ADN Celam

Las Conferencias Episcopales de Centroamérica se han volcado a expresar su solidaridad con la Iglesia de Nicaragua y han repudiado la injusta condena a 26 años de cárcel de monseñor Rolando Álvarez, obispo de Matagalpa y administrador apostólico de Estelí.

Así las Conferencias de Panamá, Costa Rica, El Salvador, Honduras y Guatemala, integrantes del SEDAC (Secretariado del Episcopado de América Central) se pronunciaron rechazando tajantemente la violación de los derechos humanos en Nicaragua por parte del régimen de Daniel Ortega.

Este domingo 12 de febrero, en el rezo de ángelus, el propio Papa Francisco expresó su preocupación por lo sucedido a don Rolando Álvarez “a quien tanto quiero y también a las personas que han sido deportadas a los Estados Unidos”.

“Rezo por ellos y por todos aquellos que sufren en esa querida nación. Pidamos a Dios que, por intercesión de la Inmaculada Virgen María, abra los corazones de los responsables políticos para la búsqueda de la paz, que nace de la verdad, la justicia, la libertad y del amor, y a la que se llega a través del ejercicio paciente del diálogo”, acotó Francisco.

“Nos duele esta situación”

Los Obispos panameños tras condenar la medida contra monseñor Álvarez, señalaron que también “nos duele y nos entristece la situación de aquellos hermanos que han sido deportados de su tierra natal hacia Estados Unidos”.

“Nos hacemos eco de las palabras del Papa Francisco de orar por todos los que sufren en nuestra hermana Nicaragua e invocar la intercesión de la Inmaculada Virgen María, patrona de esa nación para que abra el corazón de los líderes políticos y de todos los ciudadanos a la búsqueda sincera de la paz, que nace de la verdad”, han dicho.

Por el cese de las persecuciones

En tanto, los Obispos de Costa Rica se han solidarizado con monseñor Álvarez y rechazado la condena de 26 años de prisión, mientras que se unen a la petición del Papa y a la Iglesia Universal de que prevalezca el diálogo.

Además abogan para que “cesen las persecuciones e impere la justicia” toda vez que invitan a los sacerdotes del país para que “puedan ofrecer esta intención en las Eucaristías y a todo el Pueblo Santo de Dios a unirse en una actitud de oración constante”.

Consternados ante la gravedad de los hechos

Por su parte, los Obispos de El Salvador se han mostrado consternados “ante los graves y recientes acontecimientos en la hermana República de Nicaragua”, por ende, “expresamos nuestro dolor, preocupación, solidaridad y cercanía con los obispos de Nicaragua, y, con toda la Iglesia en esa amada Nación. especialmente con monseñor Rolando Álvarez”.

“Unidos al Papa elevamos nuestra oración por Mons. Álvarez, por todos los deportados despojados de sus derechos, por la Iglesia en Nicaragua y por todo el pueblo nicaragüense”, han indicado.

Al tiempo que dedican sus intenciones por “intercesión de María Inmaculada y San Oscar Romero, ilumine a todos los nicaragüenses para que encuentren la solución de dicho problema mediante un diálogo sincero”.

Pastor valiente y entregado

Desde la Conferencia Episcopal de Guatemala se han solidarizado con su hermano Rolando Álvarez, a quien han calificado de “pastor valiente y entregado a su pueblo y a sus ovejas, que enfrenta desde hace tiempo persecucion y ahora condena por el régimen imperante en Nicaragua”.

Elevan sus oraciones “pidiendo por ese hermano país y por todos los que hoy sufren en el”, toda vez que respaldan “a la Iglesia nicaragüense, a sus obispos y presbíteros y a todos los que hoy sufren vejámenes por su amor a la libertad”.

“Que la Inmaculada Concepción, patrona de Nicaragua, interceda por ese amado país hermano en estos tiempos de prueba y persecución de los justos”, finalizaron.

Alto nivel de intolerancia

Los Obispos de Honduras se han unido a los clamores del Papa, del Celam y de todos sus hermanos de Centroamérica. Han expresado su preocupación e indignación por “los hechos que se han venido registrando en Nicaragua y que hacen sufrir mucho, con las injusticias, hostigamientos y atropellos a los derechos humanos más fundamentales por parte de las autoridades”.

Los prelados aseguran que este hostigamiento alcanzó su mayor punto de intolerancia con la expulsión hacia EEUU de 200 presos políticos y la injusta condena de monseñor Álvarez.

“Exhortamos al Pueblo de Dios a elevar oraciones por la paz, la justicia y la reconciliación en Nicaragua, y pedimos a los organismos internacionales una pronta y eficiente intervención ante esta dolorosa situación”, ha agregado.

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