La madrugada de este sábado 27 de abril fueron emboscados y brutalmente asesinados tres carabineros en la comuna de Cañete, región del Biobío, en el centro-sur de Chile.
Los tres policías fueron atacados por delincuentes que dispararon contra la patrulla hasta detenerla y luego la incendiaron con los uniformados adentro. Las víctimas son el sargento primero Carlos Cisterna Navarro y los cabos Sergio Arévalo Lobos y Misael Vidal Cid, todos con una amplia trayectoria en la institución.
Los Obispos han expresado su conmoción y “nos unimos al dolor de Carabineros de Chile por el asesinato en acto de servicio de tres de sus funcionarios”. Un delito que tiene conmocionado al país pues justamente el 27 de abril esta institución cumplía 97 años de servicio.
“Oramos al Señor por el eterno descanso de las almas de estos policías y el consuelo de sus familias, así como por todos los integrantes de Carabineros. Que encuentren en el Señor de la vida consuelo y esperanza”, añadieron.
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Paz y entendimiento
El presidente Gabriel Boric decretó duelo nacional por tres días en todo el país ante lo que calificó como un “cobarde atentado”, por lo que aseguró “a los chilenos y chilenas que no habrá impunidad y que daremos con el paradero de los autores de este terrible crimen”.
Mientras tanto los Obispos han reiterado su llamado “a la paz y el entendimiento entre todas las personas que habitamos el país, dejando de lado la violencia y el desprecio por la vida”.
“Hacemos nuestras las palabras que el Papa Francisco nos dejara hace unos años en Temuco [2018], cuando nos llamó a la unidad en la diversidad”, toda vez que “no puede construirse en base a la violencia y destrucción que terminan cobrándose vidas humanas”.
Han instado a las autoridades y servidores públicos a buscar “los acuerdos y medidas que favorezcan el bien común de la nación” sobre todo en la lucha contra el crimen que “cobra vidas inocentes y hace tanto daño a la comunidad nacional”.
En este momento de “dolor, que Cristo Resucitado sea fuente de esperanza y consuelo. Él no nos abandonará en el deseo de generar espacios para recuperar una sana y digna convivencia, donde los crisQanos seamos instrumentos de paz y misericordia”.
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