En un momento de especial para la Iglesia Católica, los Obispos de la Conferencia Episcopal de Chile han emitido un mensaje lleno de fe, esperanza y unidad, en el marco de su 131.ª Asamblea Plenaria, que se desarrolla entre el 5 y el 9 de mayo. Desde la casa de retiro Padre Hurtado, lugar de reflexión y discernimiento, los prelados chilenos comenzaron su encuentro con una Eucaristía dedicada al Papa Francisco, agradeciendo a Dios por su vida y ministerio, y elevando oraciones por su eterno descanso.
Semana en oración por el Cónclave
El mensaje, difundido este 5 de mayo, cobra particular relevancia en el contexto del Cónclave que se celebrará próximamente en Roma para elegir al nuevo Sucesor de Pedro.
Los obispos chilenos manifestaron su adhesión espiritual a la Iglesia Universal en esta hora decisiva y han invitado con insistencia a todo el Pueblo de Dios que peregrina en Chile a intensificar la oración por este momento eclesial.
“Como ha dicho el propio Colegio de Cardenales el pasado 30 de abril”, recuerdan los obispos, “los pastores sienten la necesidad de ser sostenidos por la oración de todos los fieles. Esta es la verdadera fuerza que en la Iglesia promueve la unidad de todos los miembros del único Cuerpo de Cristo”. A la luz de estas palabras, la Conferencia Episcopal Chilena hace un llamado a la oración permanente por los cardenales electores, por el discernimiento que deberán ejercer, y por aquel que será finalmente elegido como nuevo Papa, pastor universal de la Iglesia.
Repique de campanas
En su mensaje, los obispos también animan a las comunidades eclesiales del país a manifestar visiblemente su fe y comunión con toda la Iglesia. La invitación es a que, una vez se anuncie el nombre del nuevo Pontífice, las iglesias, parroquias y capillas de Chile hagan sonar sus campanas. Este gesto quiere ser un signo palpable de alegría, de acogida al nuevo Papa y de comunión con los millones de católicos alrededor del mundo que seguirán atentos y orantes este proceso.
El mensaje finaliza con una oración a María, Madre de la Iglesia y Patrona de Chile bajo la advocación de Nuestra Señora del Carmen, pidiendo su intercesión por todo el Pueblo de Dios y, en especial, por quien será llamado a asumir el inmenso ministerio de guiar la Iglesia en estos tiempos desafiantes.
En el Cónclave los cardenales del mundo entero se reunirán para discernir quién será el nuevo Vicario de Cristo, representa un momento de renovación espiritual para los más de mil millones de católicos en el mundo. Para Chile, este llamado de sus obispos se inscribe en un clima de oración confiada.
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