A través de un mensaje presentado por monseñor José Manuel Garita Herrera, obispo de Ciudad Quesada, el episcopado de Costa Rica reafirma su compromiso de seguir trabajando por la construcción de una cultura de protección y prevención que haga de la Iglesia un lugar seguro para todos; así como seguir velando en su posición frente al respeto del sigilo sacramental.
“Ambos compromisos están en el centro de nuestra misión como pastores y son expresión de la dignidad y del respeto inquebrantable que la Iglesia defiende para toda persona”, expresa el prelado.
A través de un video-mensaje, los obispos expresan que el sigilo sacramental, en el contexto de la confesión, es sagrado y absoluto para los católicos. Convirtiéndose en una promesa de confiabilidad que una persona realiza al acercase a la reconciliación, es decir, remarcan es un signo de confianza.
“Este sigilo es necesario para que el sacramento de la reconciliación se viva como un espacio de libertad y conversión profunda, donde cada persona puede abrirse a la misericordia divina sin temor de que su confesión sea divulgada”.
Atentado contra la libertad religiosa
Por lo anterior, señalan que el querer aprobar una ley que rompa con este compromiso del sigilo sacramenta, se estaría atentando contra la libertad religiosa. Pero aclaran que, el no querer estar de acuerdo con esta normativa legislativa, no significa que la Iglesia esté rayando con el compromiso de cuidar y velar por la protección de los menores, ni cualquier tipo de abuso.
A lo que subrayan que, la Iglesia sigue avanzando en la elaboración de normativas que incluyen protocolos estrictos, programas de formación para el clero y agentes de pastoral, códigos de conducta para todos los que actúan en ambientes eclesiales.
Asimismo, observan que el sigilo sacramental y el compromiso con la justicia y la protección no están en oposición. Antes bien, resaltan el pleno compromiso de la iglesia de manera articulada y transparente con las autoridades civiles, frente a la denuncia que se presentara de abusos, “respetando el ámbito sagrado del sacramento de la confesión”.
Resaltan además que el sacerdote jamás podrá revelar lo que escucha en la confesión, ni siquiera en circunstancias de grave peligro, pues “está sujeto a la responsabilidad sagrada de proteger la confianza del penitente en la misericordia de Dios”.
Concluye el mensaje, reiterando el compromiso que la Iglesia siempre ha manifestado de seguir “trabajando incansablemente para que nuestra Iglesia sea un espacio de sanación, justicia y dignidad, guiados por el amor de Cristo y en fidelidad a los principios más profundos de nuestra fe”.
Le puede interesar: Hna. Inés Greslebin: Viviendo con osada esperanza la sinodalidad y dando cobijo al V Congreso Latinoamericano y Caribeño de la Vida Religiosa
Recibe gratis por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU
Sigue toda la información sobre la «Fase continental» del Sínodo aquí https://bit.ly/3RguCLO
Descarga la investigación “Nuevos escenarios y subjetividades juveniles en América Latina”
https://bit.ly/45qB6yS
Descarga el Documento de reflexiones de la Asamblea Eclesial https://bit.ly/3QXoffM
Post a comment