Los obispos de la Conferencia Episcopal de Costa Rica se pronunciaron sobre la llegada de la Cuaresma recordando que se trata de un período litúrgico de profundo significado espiritual. Se destaca la relevancia de este momento litúrgico a través de la simbólica imposición de la ceniza, marcando así el inicio de otro año de peregrinación interior hacia el verdadero encuentro con Cristo.
Según los obispos, la Cuaresma se presenta como un período singular y significativo que brinda una oportunidad fundamental para aquellos que desean “peregrinar interiormente hacia Aquel que, venciendo el mal, se convierte en fuente de toda misericordia”.
El llamado a la conversión
La idea central de la Cuaresma es la conversión, que representa un cambio de vida, abandonando el pecado y la maldad para adoptar una vida de gracia y en sintonía con el Espíritu. En este sentido, los obispos señalan que «la Cuaresma es un camino de incorporación a Cristo, que cada año lo preparamos en estos 40 días santos. Y esta incorporación al Misterio de Cristo, la liturgia lo expresa con la palabra ‘conversión’”.
En relación a los medios proporcionados por la Iglesia para alcanzar esta conversión, se centra la atención en el ayuno, la oración y la limosna. Sobre el ayuno, se recalca su sentido cuando aquello de lo que prescindimos se comparte generosamente con el prójimo, siguiendo la enseñanza de san León Magno que insta a que “lo que cada uno sustrae a sus placeres, lo dé a favor de los débiles y de los pobres”.
El mensaje también hace hincapié en la importancia de la oración en el contexto del Año de la Oración, indique que este es «un tiempo dedicado a redescubrir el gran valor y la absoluta necesidad de la oración en la vida personal, en la vida de la Iglesia y en el mundo”.
El componente final, la limosna, no se presenta solamente como un acto asistencialista, sino como un compromiso y defensa de la causa de los pobres, contra las injusticias que enfrentan hoy en día. Se subraya que “la limosna cuaresmal no es dar de lo que nos sobra, o de aquello que nos estorba, sino el desprendimiento de algo necesario, de algo propio”.
La acción como manifestación del amor
En sintonía con el mensaje del Papa Francisco para esta Cuaresma, los obispos enfatizan la importancia de la acción como parte integral de este tiempo diciendo que “el amor a Dios y al prójimo es un único amor. No tener otros dioses es detenerse ante la presencia de Dios, en la carne del prójimo”.
Invitando a vivir la Cuaresma en comunidad, los obispos resaltan la importancia de la reflexión, la oración y la acción como elementos esenciales, llamando a la comunidad a crecer en comunión, creatividad y corresponsabilidad en la misión recibida por el bautismo.
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Al final del comunicado, los obispos se encomiendan a Nuestra Madre del cielo, la Santísima Virgen María, Nuestra Señora de los Ángeles, para encontrar caminos hacia una verdadera conversión cuaresmal, recalcando la importancia de la Cuaresma como un tiempo de conversión, oración y misericordia e instando a la comunidad a vivir este periodo de manera reflexiva y comprometida.
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