Con el lema: “diálogo con resultados”, los Obispos de Ecuador anunciaron el cierre de las mesas de diálogo entre el gobierno y sectores indígenas y sociales, tras 90 días de negociaciones.
Al concluir las mesas de diálogo, con los resultados ya difundidos por las partes, “nos permitimos señalar, una vez más, la importancia de este proceso, así como también sus aprendizajes y desafíos”.
Los prelados han destacado que en “el Acta de Paz” se les solicitó “a la Conferencia Episcopal Ecuatoriana que sea garante de estos 90 días de diálogo; un aval de carácter moral y no técnico ni jurídico”.
Por ello, “junto con otras instancias de la Iglesia Católica, aceptamos esa tarea como una respuesta al pedido de los Dirigentes de organizaciones”.
Aprendizajes y desafíos
De todo este proceso de negociación y diálogo, han establecido estos aprendizajes y desafíos: “Somos un Estado unitario, plurinacional e intercultural”, por lo que será prioritario “erradicar toda forma de colonialismo y hostilidad que intente anular, fragmentar o contraponer las diferencias culturales, especialmente de los más débiles. Nunca enemigos, sino compañeros, hermanos y amigos que comparten una sola patria”.
“Todos somos responsables del buen funcionamiento del Estado”, de tal forma que será importante “educarnos no solo para exigir al Estado que cumpla con sus obligaciones constitucionales y legales, sino también para contribuir, con honestidad y responsabilidad, en su financiamiento y progreso”.
Han propuesto que “el poder político está al servicio de los ciudadanos y del bien común”, por ello, piden a los políticos y a todos los funcionarios del Estado para que “sirvan no a sus intereses personales o partidistas, sino a las grandes aspiraciones y derechos de los ciudadanos que, muchas veces, carecen de lo mínimo para vivir con dignidad, como la falta de trabajo, de educación, de salud y de seguridad, entre otros”.
Finalmente señalan que “el diálogo es el único camino responsable para resolver los conflictos”, por tanto, hay que “promover una pedagogía que asegure, en todos los espacios de la convivencia humana, un diálogo sereno y transparente, basado en la escucha, en la empatía y en la colaboración”.
Descargue el manifiesto a continuación: PDF
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