La Presidencia de la Conferencia Nacional de los Obispos de Brasil (CNBB), junto con los asesores y asesoras, concluyó este 9 de febrero su visita a los dicasterios de la Curia Romana y al Papa Francisco, que tuvo lugar desde el pasado día 2 de febrero. «Fue una visita para agradecer e informar a los Prefectos y consejeros de los dicasterios sobre los últimos cuatro años de la Iglesia en Brasil, especialmente sobre el trabajo de la Presidencia junto con el Episcopado brasileño», dijo Mons. Mario Antonio da Silva, quien insistió en que «no fue una rendición de cuentas, sino un compartir muy fraterno», e incluso a pesar del frío de Roma, en un ambiente «muy cálido y receptivo».
Gran acogida de la Curia y del Papa
Fue un momento de «gran acogida, incluso un poco de expectación por parte de los dicasterios, ante el momento eclesial del proceso sinodal y también ante el momento social brasileño, tanto en cuestiones políticas como sociales». El prelado ve en la presencia de los consejeros «una valoración de los laicos, de la vida consagrada, de otros ministros ordenados que están implicados en el servicio de la CNBB».
El último día de la visita, se celebró una Eucaristía en la tumba de San Pedro, momento que el arzobispo de Cuiabá define como «reconocimiento y gratitud de la Presidencia en nombre del episcopado a los consejeros, en comunión con toda la Iglesia en Brasil».
El vicepresidente segundo de la CNBB describió la audiencia con el Papa, «siempre muy paternal, pero al mismo tiempo dejando espacio a la fraternidad y conversando con nosotros, de hermano a hermano«. Según él, «el Papa está siempre muy preocupado por acompañar cada momento de la vida de la Iglesia en todos los países y especialmente en Brasil, donde tiene un gran conocimiento y realmente tiene predilección por la Iglesia en la Amazonía».
Papa Francisco reconoce y agradece la comunión de la Iglesia en Brasil con él
«El Papa Francisco reconoce y agradece la comunión de la Iglesia en Brasil con él«, según Mons. Mario Antonio da Silva, que insiste en que «la comunión es más que una admiración, es una adhesión a sus enseñanzas y a sus propuestas». El Papa, «como siempre, muy atento en la escucha, en el discernimiento para que el diálogo sea fecundo, nos pidió la responsabilidad, la corresponsabilidad de perseverar en la comunión y en la realización cada vez mayor de lo propuesto por el Sínodo para este momento preparatorio».
El Santo Padre insistió también en la necesidad de la cercanía, «cercanía a Dios, cercanía entre nosotros los obispos, cercanía al clero y a la vida consagrada, y una cercanía ejemplar a los cristianos laicos y laicas, especialmente a los que más sufren y a los que por una u otra ocasión quizás están lejos de nosotros», subrayó el arzobispo de Cuiabá. Junto a esto, está la recomendación clara y objetiva de «actuar junto con nuestros seminarios, junto con las comunidades eclesiales, haciendo que la espiritualidad sea profunda, la vida comunitaria sea muy seria, sana, a través de un trabajo misionero y pastoral que genere frutos y que sobre todo haga visibles las Bienaventuranzas del Evangelio», destacó Mons. Da Silva.
Indicaciones de los Dicasterios para una mejor acción pastoral, misionera y litúrgica
En los dicasterios, la Presidencia de la CNBB y sus asesores pudieron escuchar «indicaciones para una mejor acción pastoral, misionera y litúrgica en nuestra Iglesia, tanto en el campo bíblico como en el litúrgico y pastoral vocacional«, según el arzobispo. Desde ahí definió lo vivido como «una experiencia que nos hace crecer como pastores y también estar más unidos y apasionados por la Iglesia en Brasil, en la acción que está prevista en las Directrices para la Acción Evangelizadora de la Iglesia en Brasil».
La visita fue una oportunidad para llevar «lo esencial de la Iglesia de Brasil al corazón del Papa y también de todos los dicasterios que están siempre atentos a la mejor continuación de la Iglesia, sea en Brasil o en cualquier lugar», haciendo crecer así el «compromiso con lo que ya tenemos en nuestras resoluciones y propuestas de la Iglesia para Brasil».
Un episcopado que mantiene el consenso
La visita se produce justo antes del final de su mandato de cuatro años como Presidencia de la CNBB, algo que Mons. Mario Antonio considera «un regalo de Dios que agradecemos a toda la Iglesia de Brasil por la comunión y el espíritu de oración y adhesión con nosotros». Reconociendo «divergencias y obstáculos que ya hemos enfrentado y que ciertamente serán enfrentados por mucho tiempo en Brasil», el vicepresidente 2º de la CNBB insiste en que «el balance es muy positivo, saber que nuestro episcopado, aún en su diversidad, comparte una unión, un consenso en lo que la Presidencia ha ofrecido en términos de textos y actividades para toda nuestra Iglesia».
Durante la actual Presidencia, el arzobispo de Cuiabá subraya que «el diálogo y la comunión, esta ha sido siempre una gran preocupación nuestra, porque el diálogo se hace entre personas diferentes, e incluso entre los que tienen opiniones diferentes, buscando un consenso que genere una comunión, si no absoluta, al menos en un consenso de un objetivo común. Este ha sido nuestro esfuerzo durante los últimos cuatro años».
Comunicación como elemento destacado
Destacó también el aspecto positivo de la comunicación, afirmando que «a pesar de diversas cuestiones aún en curso, la Presidencia de la CNBB ha procurado ser ágil en la comunicación, incluso a veces anticipando algunas cuestiones que podrían causar rupturas entre el episcopado, sobre todo en la actuación de la Iglesia en este momento eclesial y político vivido por Brasil en los últimos dos, tres años, y ahora en este año 2023″.
Mons. Mario Antonio da Silva destaca la gran preocupación con la gestión, «que no es sólo económica, sino que se refiere también a las personas, no sólo a los asesores, sino a todos los que están directa o indirectamente implicados en las actividades de nuestra Conferencia, yendo más allá de los miembros de la Presidencia”. Por eso, a pesar de las diferencias, insiste en que «estamos viviendo un momento de comunión, en preparación de la próxima Asamblea General, que será electiva, en abril, en Aparecida».
Conmemoración de los 70 años de la CNBB
Frente a las expectativas, el vicepresidente 2º reconoce que «nosotros, la Presidencia, estamos agradecidos de poder cerrar un mandato de cuatro años de forma muy responsable y corresponsable con la Iglesia en Brasil, con la participación y el trabajo de los asesores, incluyendo hombres y mujeres, cristianos laicos y laicas que trabajan con nosotros”.
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En vista de la conmemoración de los 70 años de servicio a la Iglesia en Brasil de la CNBB, y con la esperanza de que el camino continúe siendo «muy fecundo, con participación y responsabilidad en primer lugar de todos nosotros Obispos y de todos los cristianos de nuestro Brasil», Mons. Mario Antonio tiene la «esperanza de que la nueva presidencia pueda continuar en el contexto de las perspectivas indicadas, iniciadas e incluso que hemos elegido continuar en vista de las presidencias anteriores».
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