Este 12 de enero, en el Ángelus, después de la misa de beatificación de don Giovanni Merlini, sacerdote de los Misioneros de la Preciosísima Sangre, en la Basílica de San Pedro, el Papa Francisco manifestó su cercanía y afecto a quienes están sufriendo el drama de los devastadores incendios en el oeste de los Estados Unidos.
“Estoy cerca de los habitantes del Condado de Los Ángeles, California, donde en los días pasados se han producido incendios devastadores. Rezo por todos vosotros”, expresó.
Según reportes oficiales, ya son once los muertos por causa de estos incendios que ocurren en el área natural de Eaton, cerca a la región de Altadena, California y cinco personas más fallecidas por incendios forestales en Palisades.
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- Foto: Vatican News
Un mensaje para las familias
Igualmente, el obispo de Roma informó que había presidido el rito bautismal de 21 niños, hijos de empleados de la Santa Sede y de la Guardia Suiza. Fruto de esta ceremonia, el obispo de Roma instó a rezar por estas familias y por todos los matrimonios jóvenes para que con amor acojan y guíen a sus hijos por una vida cristiana.
“Rezamos por ellos, por sus familias. Y quisiera pedir al Señor, por todas las parejas jóvenes, que tengan la alegría de acoger el don de los hijos y de llevarlos al bautismo”, aseveró el Pontífice.
Invitación a la Paz
Como cada domingo, el Pontífice también dedicó una palabra a los conflictos de guerra que se libran en varios países del planeta, entre ellos Ucrania y Oriente Próximo. Evocando el testimonio del reciente beatificado Giovanni Merlini, como modelo pidió orar por la paz del mundo.
La región de Donetsk, Ucrania, sigue sumida en duros enfrentamientos dejando con ello cada día más heridos y muertos. Igual sucede en Gaza donde se han reportado más de 46.000 fallecidos desde octubre de 2023. La insistencia del Papa en que “la guerra es siempre una derrota” resonó con fuerza.
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- Foto: Sanctorum Dei communio
En la basílica de Letrán en Roma, el rito de beatificación del tercer moderador general de los Misioneros de la Preciosísima Sangre, Don Giovanni Merlini, fue presidido este domingo, por el cardenal Marcello Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, quien destacó del misionero, «ser un hombre de oración, que supo unir en su vida y en su apostolado la dimensión activa y la contemplativa, gobernando con prudencia y forjando buenas relaciones de amistad con todos».
En un mundo marcado por el dolor de las tragedias naturales y los conflictos humanos, el mensaje del Papa Francisco invita a la oración, la reconciliación y la celebración de la vida como caminos hacia la esperanza.
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