El cardenal Adalberto Martínez Flores, primer purpurado del Paraguay, llegó este miércoles 23 de abril al Aeropuerto Internacional de Fiumicino de Roma, para participar en las exequias del Papa Francisco y estar en las deliberaciones previas al próximo cónclave, donde será elegido el nuevo Pontífice.
A su llegada lo esperaba la embajadora paraguaya ante la Santa Sede, Romina Taboada, y el funcionario vaticano Rabbi Madumach. El prelado llegó acompañado del canciller de la arquidiócesis de la Santísima Asunción, padre Aldo Bernal, y una delegación diplomática que, en palabras del propio cardenal, “trae a todo un país… el Paraguay que está de luto”.
Luto, reformas y reuniones decisivas
El purpurado en diálogo con la periodista Mónica Ayala, recordó las exhortaciones del Pontífice fallecido señalando que: “El Papa siempre decía ‘hagan lío’… y vaya si lo hizo con sus reformas para el bien de la Iglesia”. Aunque confesó sentirse “apesadumbrado”, celebró “las encíclicas atinadas” que, asegura, “seguirán marcando el hoy del mundo”.
El cardenal confirmó que esa misma tarde se reuniría en la nueva Sala del Sínodo con los miembros del Colegio Cardenalicio que ya se encuentran en Roma: “Nos darán instrucciones sobre lo que podría ser el cónclave”, afirmó. Ayer se llevó a cabo la primera congregación general; este miércoles continuará el intercambio de criterios pastorales y logísticos.
Expectativa paraguaya ante un voto inédito
Preguntado sobre el significado de convertirse en el primer paraguayo con voto en un cónclave, el cardenal Martínez admitió la carga histórica. “Sí, es histórico. Espero que todos oren para que el Espíritu Santo ilumine a los cardenales y señale a quien sea el más apto para guiar a la Iglesia”, indicó.
Igualmente, recordó que hace doce años “el Papa Francisco no era exactamente el candidato”, resaltando las “sorpresas del Espíritu”. Para ilustrarlo, citó un proverbio de sacristía: “Las rodillas mueven más que las manos; y cuando hablo de rodillas, hablo de oración”, concluyó.
De las periferias paraguayas al Colegio Cardenalicio
Adalberto Martínez Flores, nacido en Asunción el 8 de julio de 1951, es el primer paraguayo en portar la púrpura cardenalicia en los más de dos siglos de historia republicana de este país. Ordenado sacerdote en 1985, desarrolló una fecunda vida pastoral entre parroquias populares de la capital y comunidades campesinas del interior.
En 2000 fue nombrado obispo de San Pedro, una de las diócesis más pobres del Paraguay; tras su paso por las diócesis de San Pedro, San Lorenzo y la castrense, el Papa Francisco lo designó arzobispo de la Santísima Asunción en 2018 y, cuatro años después, lo creó cardenal, el 27 de agosto de 2022.
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