Nicolle Barón vive en la Dorada, departamento de Caldas en Colombia. Está vinculada con el Laboratorio de Catequesis que promueve el Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam). Toda una vida vinculada con la Iglesia desde Infancia misionera y “este año tuve la oportunidad de ser catequista y ha sido una experiencia enriquecedora, el poder preparar niños para que reciban el sacramento de la primera comunión y a través de ello me he involucrado en las situaciones que vive cada familia, con el fin de orientarlas y acercarlas hacia el camino de Dios”.
Construye Iglesia desde el testimonio de vida, sobre todo “siendo comprometida con la misión evangelizadora por medio de la escucha y el acompañamiento a comunidades para contagiar a otros jóvenes a tomar iniciativa hacia la realización de obras para un bienestar social”.
En este tiempo de sinodalidad lo ve como “la oportunidad de caminar hacia un mismo objetivo que es Cristo y para ello es necesario hacer aportes de calidad hacia el bien común, derribando los muros de la indiferencia, estar en los zapatos del otro, promoviendo la verdad, la bondad y haciendo discernimiento en la toma de decisiones”.
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