El próximo 7 de mayo de 2025, la Capilla Sixtina será testigo fiel de uno de los momentos más trascendentales para la Iglesia católica: el inicio del Cónclave para elegir al nuevo Papa, tras la muerte de Francisco. Según datos suministrados por Vatican News, serán 133 los cardenales con derecho a voto, -menores de 80 años- que participarán en esta elección histórica.
Estos cardenales electores provienen de 71 países distribuidos en los cinco continentes. Europa concentra la mayor representación, con 53 cardenales, seguida de América con 37, que se encuentran distribuidos entre el norte, centro y sur del continente, Asia con 23, África con 18 y Oceanía con 4. La presencia en distintas regiones muestra una Iglesia con un rostro cada vez más universal.
Una Iglesia diversa y representada
Por primera vez, doce naciones contarán con cardenales electores originarios de sus propios países. Entre los purpurados se destacan Chibly Langlois de Haití, Anders Arborelius de Suecia y Stephen Ameyu Martin Mulla de Sudán del Sur. Este número de prelados destaca el crecimiento y la importancia de las iglesias locales en distintas partes del mundo.
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- Foto: 20 Minutos
El elector más joven es Mikola Bychok, obispo australiano de origen ucraniano, con 45 años. En contraste, el de mayor edad es el español Carlos Osoro Sierra, de 79. El número del colegio electoral está compuesto por cardenales creados por el Papa Francisco (108 en total), mientras que 22 fueron nombrados por Benedicto XVI y solo cinco por Juan Pablo II.
Presencia religiosa y misión global
Representantes de las comunidades religiosas también estarán presentes en el Cónclave, con ello se expresa la riqueza espiritual y el carisma del colegio cardenalicio. Serán treinta y tres las congregaciones religiosas, entre ellas están salesianos, jesuitas, franciscanos y misioneros, cada una con trayectorias y experiencias que aportan a la elección del nuevo Pontífice.
La reglamentación que guía este proceso se encuentra en la Constitución Apostólica Universi Dominici Gregis, la cual establece que solo los cardenales menores de 80 años al momento del fallecimiento del Papa tienen derecho a voto. Esta legislación, junto con el canon 349 del Código de Derecho Canónico, define la función del Colegio Cardenalicio en la elección del sucesor de Pedro y en la asistencia al gobierno de la Iglesia.
En este contexto, la mirada del mundo está puesta en Roma, donde la Iglesia ve con esperanza el nombramiento del 267.º Papa, quien guiará el camino de los fieles católicos e inspirará el camino frente a los desafíos que enfrenta el mundo contemporáneo.
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