El 11 de mayo llegó a su fin la aplicación del título 42, una ley de salud pública promulgada por el gobierno de EEUU en 1944 y que se aplicó casi 2,8 millones de veces para expulsar a migrantes en este país.
La Red eclesial de migración, trata, desplazamiento y refugio Clamor – una de las organizadoras del Foro Mundial de Refugiados 2023 de las Naciones Unidas – teme que tras el fin de esta ley (de por sí muy restrictiva) “el Estado norteamericano implementará otras medidas para frenar la presión migratoria”.
De hecho, ya lo viene haciendo. Al respecto, Elvy Monzant, secretario ejecutivo de Clamor, advierte que “entre las nuevas medidas se considera aplicar el título 8. Esta normativa que contempla el arresto, procesamiento y eventual deportación acelerada de quienes intenten ingresar ilegalmente con prohibición de reingreso a los Estados Unidos por 5 años y apertura de un proceso penal para quienes reincidan”.
A esta posibilidad se suma la Ley SB 1718 aprobada para el estado de Florida el 10 de mayo de 2023, que prohíbe a indocumentados poder trabajar, lo que “disparará las redes de trata y explotación”.
Atenta contra los verbos del Papa
Señala Monzant que esta ley, ya firmada por el gobernador de la Florida, Ron DeSantis, “penaliza los cuatro verbos del Papa Francisco: la acogida, protección, la promoción e integración de migrantes en incierta situación legal”.
“El volumen de personas latinoamericanas, caribeñas y procedentes de otros continentes que intenta entrar a los Estados Unidos en busca de protección y oportunidades de vida digna, está excediendo las capacidades de los agentes independientes y de los programas estatales de ayuda humanitaria”, ha dicho.
Por ello, el laico venezolano hizo un llamado a analizar “las causas de estas crisis y emergencias, que son muy complejas y exigen el compromiso político para establecer amplios diálogos y contundentes acciones para garantizar a las personas condiciones de vida, protección y libertad para que ejerzan dignamente tanto su derecho a no migrar como su derecho migrar”.
“La humanidad es una sola, todos somos corresponsables de su cuidado, en primer lugar, quienes ejercen el poder público, político, económico y militar. Como dice el Papa Francisco todos estamos en la misma barca y estamos llamados a comprometernos para que no haya más muros que nos separen, que no haya ‘más otros’, sino solo ‘un nosotros grande’ como toda la humanidad”, sostuvo.
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