“Jesús les dijo: Si hay un lugar donde un profeta es despreciado, es en su tierra, entre sus parientes y en su propia familia” (Mc 6,4)
|
Si la tierra donde nos plantaron se llama “cultura” y las raíces de nuestra persona están en la “familia”, es evidente que la identidad de cada ser humano tiene mucho que ver con el “origen” previo y posterior a la fecha de nacimiento humano. Hemos nacido en una familia que está “sembrada” en una cultura específica.
Sin duda que el origen nos identifica en muchos aspectos y seguramente nos acompaña de manera constante, más allá de los nuevos espacios, relaciones, objetivos y experiencias. Pero sería muy triste vivir encadenados a la historia (atávica, traumática o feliz) sin poder caminar por los senderos del amor y de la fe, hacia el horizonte de la plenitud, siempre nueva y novedosa.
Quedarían muy empobrecidos quienes viven amarrados a sus orígenes sin querer dar alas a los sueños, y quienes renuncian a sus objetivos por aferrarse a una relación afectiva.
Con Jesucristo caminamos -porque le seguimos- con la identidad de nuestro origen, la pertenencia a nuestra comunidad y el profetismo del Reino. No solo somos “compañeros” de una actividad, o “amigos” compartiendo afectos, o “fieles” a una doctrina… además -y sobre todo- somos “hermanos y hermanas” que soñamos con los sueños de Jesús, sufrimos con el dolor de sus preferidos, respiramos con el espíritu del profeta, insistimos con la osadía del amor y resistimos con la fragilidad del “caminante”, que no se rinde ante la frustración, el rechazo o la indiferencia.
Los personalismos, narcisismos y estrellatos personales, además de mostrar una cierta patología, nos impiden vivir la “sencillez” del discipulado -sin pretender ser maestros-; la “fidelidad” de los bautizados que no aparentan tanta santidad; la “solidaridad” con los heridos del camino; y la “alegría” del Reino, sin compravender lo religioso.
Por todo esto, Jesús nos podría preguntar hoy: ¿basamos nuestra identidad personal en las filias-fobias del pasado, o en la “opción profética compartida” -con amor y fe- por el cuidado integral de la “gran familia cósmica”?
Le puede interesar: Obispos dominicanos invitan a ser “fieles a la misión y al estilo de Jesús” al cierre de su 62.ª Asamblea plenaria
Suscríbete gratis por WhatsApp y Telegram y recibe a diario las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU
Sigue toda la información sobre el Sínodo 2021-2024 aquí https://bit.ly/3RguCLO
Participa en los cursos y diplomados del Centro de Formación Cebitepal https://bit.ly/cebitepal_24
Post a comment