Tras casi una década de esfuerzos y dos años de arduo trabajo, la bóveda del emblemático Templo San José del municipio de Tarata, Cochabamba, Bolivia, ha sido completamente restaurada. Este monumento nacional, construido en 1799 y hogar de una rica tradición franciscana, vuelve a brillar como un testimonio de la fe y la cooperación internacional.
Redescubrimientos y nuevos esplendores
La restauración de la bóveda fue necesaria tras su colapso en septiembre de 2015, un evento que dañó gravemente el altar y las imágenes sagradas. Según el padre Kasper Kapron, párroco y responsable del templo y el convento San José, la obra requirió casi nueve años de gestiones y recibió apoyo financiero de donantes en países como Italia, España, Alemania y Estados Unidos.
El proceso de restauración recuperó la estructura de la bóveda, y también trajo consigo hallazgos únicos. El arquitecto encargado del proyecto, José Hernán Calvi Terán, destacó el descubrimiento de un sistema de ascensor utilizado históricamente para mover una imagen del Santo: “Se recuperó el monumento nacional”, dio a conocer el arquitecto.
Además, se restauraron 16 cuadros del siglo XVII y XVIII, que ahora pueden ser admirados por los feligreses: “Esto da un esplendor nuevo al templo, para que puedan ser apreciados por los feligreses”, aseguró el padre Kapron.
Un legado histórico y reparaciones pendientes
Este proyecto ha permitido rescatar un patrimonio arquitectónico invaluable para Tarata y todo el país. La obra incluyó la restauración del altar central, el pintado de la estructura y la apertura de depósitos que resguardaban reliquias como imágenes de santos y objetos litúrgicos.
El Templo San José, declarado monumento nacional en tres ocasiones, sufrió daños en 1998 tras el terremoto de Aiquile. Sin embargo, el colapso más grave ocurrió en 2015, afectando imágenes, como la Virgen de Alta Gracia, el Niño Jesús y varios bancos históricos. Este templo también alberga un órgano centenario traído desde Italia, cuya restauración sigue siendo un desafío debido a su alto costo estimado en más de 500 mil dólares.
Aunque la restauración de la bóveda ha sido motivo de celebración, aún quedan áreas del templo que requieren atención. El padre Kapron indicó que los trabajos continuarán tras la temporada de lluvias, priorizando la preservación de este invaluable patrimonio.
Un templo para la comunidad y la fe
El Templo San José es un espacio arquitectónico, y también un centro espiritual y cultural para la comunidad. La restauración refuerza su valor como símbolo de identidad y devoción, atrayendo tanto a fieles como a visitantes interesados en la rica historia de Tarata.
Con esta obra concluida, el municipio se prepara para recibir a más visitantes durante las festividades de San Severino, el patrón del templo, celebradas en noviembre. El esfuerzo conjunto de feligreses y benefactores internacionales demuestra que la fe y la perseverancia pueden superar incluso los desafíos más grandes.
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