El Estado de Río Grande do Sul, Brasil decretó este miércoles a la noche el “estado de calamidad pública” por 180 días debido a los vendavales de granizo y lluvia que a su paso vienen provocando gravísimas inundaciones y deslizamientos desde hace una semana, a lo que se sumó este jueves “el riesgo de rotura de la represa Dal Bó”con la consiguiente “suba del nivel del agua en el embalse” lo que requirió evacuación de los barrios aledaños, según informó el Servicio Municipal Autónomo de Agua y Saneamiento (Samae).
Iglesia se solidariza
Ante esta dramática situación, la Presidencia de la Regional Sur 3 de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB) emitió una nota en la que se solidarizó con la población afectadas por estas circunstancias: “Hay muertos, personas sin hogar, personas varadas, puentes derrumbados, carreteras bloqueadas, destrucción de casas y edificios. Una parte de la población se encuentra sin electricidad y el suministro de agua está comprometido. La crisis climática ha provocado una gran inestabilidad e inseguridad en todo nuestro Estado. El momento es más crítico que el año pasado. [N. de la R.: refiere al ciclón de septiembre 2023 que se llevó 31 vidas] Muchos están cansados de soportar por tercera vez la fuerza de las aguas. Necesitamos reconstruir mucho y, sobre todo, esperanza”.
Recalcaron “el compromiso de las instituciones gubernamentales, militares y civiles dedicadas a la defensa de la vida, la implicación de nuestras comunidades eclesiásticas abriendo sus puertas para acoger a quienes lo han perdido todo”.
La comunicación de los obispos informó también que las diócesis de la Regional Sur 3, siguiendo las directrices del Papa Francisco, han creado en las comunidades Hospitales de Campaña para ayudar de inmediato a los necesitados. Se están realizando colectas de donaciones en todo el Estado.
Quien desee contribuir puede realizar una Pix a la CNBB Regional Sul 3: 33685686001041 (CNPJ).
Dom Leomar Brustolin em solidariedade aos atingidos pelas chuvas
Algunos datos que dan dimensión de la catástrofe:
- 29 muertos
- 60 desaparecidos
- 134 municipios afectados en el Estado de Río Grande Do Sul
- Daños categorizados en Nivel III
- La gobernación pidió apoyo al gobierno nacional: aeronaves y tareas de rescate
- Casas construidas a 2 metros de altura se inundaron y perdieron todo
- 5200 personas desalojadas
- Las lluvias continuarán durante el día de hoy viernes 3 de mayo y el Instituto Nacional de Meteorología de Brasil (Inmet) pronosticó vientos fuertes con ráfagas, descargas eléctricas, granizo y precipitaciones que podrían “superar los 200 mm” en Rio Grande do Sul y el sur del estado vecino de Santa Catarina.
- Daños en carreteras, cortes en el abastecimiento de energía eléctrica y agua; numerosos municipios están aislados, sin telefonía ni internet.
- Las clases fueron suspendidas en el Estado.
- La Federación Gaúcha de Fútbol suspendió todos los partidos previstos para el próximo fin de semana.
- Los expertos atribuyen estos fenómenos extremos, en parte, al cambio climático.
- Se hicieron presentes en la zona del desastre el gobernador Eduardo Leite y el presidente brasileño Luiz Inacio Lula da Silva.
Con informaciones de la CNBB, diarios La Nación y O Globo.
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