‘Hay que ser personas de la esperanza, no hay mal que dure cien años ni cuerpo que lo aguante’. Así ha expresado, en clave esperanzadora, el cardenal Leopoldo Brenes, arzobispo de Managua y segundo vicepresidente del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), a todo el pueblo de Nicaragua como a toda America Latina, en entrevista para Rostros y Voces.
El purpurado en conversación con Ángel Morillo del Centro para la Comunicación del Celam, destacó el camino sinodal que se viene transitando desde hace mucho tiempo en la arquidiócesis de Managua “la palabra sinodalidad parece algo nuevo, pero eso ya es viejo en el ADN de la Iglesia” agregó.
“Desde la arquidiócesis hicimos encuentros parroquiales, zonales y arquidiocesano; y en la parroquia hicimos dos grupos sinodales y estos a su vez tuvieron varios grupos más” puntualizó, refiriéndose a la ardua tarea que vienen desempeñado desde las parroquias, donde la participación ya suma más del 80 %.
‘Polito’ un cardenal cercano a su pueblo
“Yo vengo de un pueblito, cuando niño jugaba en la plaza y me llamaban ‘polito’ luego como sacerdote llegaba al pueblo y me seguían llamando así” esto habla de la profunda cercanía que aun guarda con la gente de su comunidad, y por la que él mismo se considera una ‘obra de la gente de la parroquia’.
Por ello, en medio de las circunstancias tan complejas que vive su país, pide que cada uno ponga “su granito de arena, o mejor de trigo, por ser más productivo”.
Y complementa citando al papa Benedicto XVI: “Somos corresponsables de la obra de la evangelización”. Y explica “entonces creo que en el mundo también somos corresponsables en el proyecto que estemos viviendo. Aquí no deben haber unos que solo son espectadores, sino que todos debemos solucionar el problema, y caminar juntos debe ser la solución para todo”.
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