Agradecidos con Dios por este tiempo y la oportunidad de fortalecer sus lazos de amistad fue el sentimiento común de los miembros de la presidencia del Celam al concluir su vigencia establecida para el cuatrienio 2019 – 2023.
Así lo manifestaron en un encuentro con los medios de comunicación este 17 mayo. Un espacio que sirvió para hacer memoria del camino hecho reconociendo que es Dios quien permite, guía y sostiene la misión, más allá de la fragilidad humana y los devenires propios de la historia que en nuestro continente siempre sorprenden y desafían.
Durante la rueda de prensa se escucharon los testimonios de los obispos que en 2019 aceptaron la voluntad popular de los miembros de la Asamblea del Celam reunidos en Tegucigalpa – Honduras, al encargarles las funciones de la presidencia del organismo. Un equipo diverso en su constitución de acuerdo con la necesaria representatividad de las cuatro regiones pastorales, además de contar con historias y experiencias pastorales que muestran la riqueza de la Iglesia latinoamericana y Caribeña.
Los integrantes de la presidencia saliente tienen perspectivas diferentes de la realidad. No obstante, comparten el deseo de servir decididamente a la Iglesia de América Latina y el Caribe. La presidencia del Celam está integrada por cinco roles fundamentales: el presidente, el primer y segundo vicepresidente, el presidente del Consejo de Asuntos Económicos y el secretario general.
En el cuatrienio 2019 – 2023 la presidencia del Celam estuvo integrada por Mons. Miguel Cabrejos como presidente, el Card. Odilo Pedro Scherer primer vicepresidente, el Card. Leopoldo José Brenes, segundo vicepresidente, Mons. Rogelio Cabrera presidente del Comité de Asuntos Económicos y Mons. Jorge Lozano, secretario general.
Agradecidos con Dios
Mons. Miguel Cabrejos presidente del Celam y arzobispo de Trujillo en Perú, abrió el espacio agradeciendo a la actual presidencia porque considera que cada uno cada uno desde su función, trabajó de forma permanente y con una gran entrega. «Los resultados están en los informes de las diferentes dependencias,» afirmó al tiempo que alentó la labor de quienes serán elegidos en este rol para el próximo cuatrienio. Igualmente recordó que el Celam es un organismo de comunión y reflexión al servicio de las Conferencias Episcopales y este cuatrienio sentó bases sólidas para lograr una proyección pastoral en toda América Latina y el Caribe, lo que solo puede motivar un sincero agradecimiento a Dios.
Nos descubrimos hermanos
El Card. Odilo Pedro Scherer, primer vicepresidente del Celam y arzobispo de Sao Paulo en Brasil, asegura que fue una rica experiencia para compartir las riquezas de la iglesia en América Latina y el Caribe. “Me gustó mucho trabajar con los hermanos obispos en la presidencia,” afirmó destacando la intensidad de las reuniones, asambleas y viajes siempre orientados al servicio de la Iglesia en América Latina y el Caribe.
Refiriéndose al proceso de renovación y reestructuración del Celam solicitado por la asamblea de Honduras en 2019, el prelado recordó el esfuerzo adelantado para mejorar la institución. “Ahora tenemos un Celam renovado,” precisó al recordar trabajos como la reforma de los estatutos y la construcción de la nueva sede, entre otros cambios. Desde lo personal el prelado compartió su impresión al constatar la vivacidad de la iglesia en América latina y el Caribe porque pese a las dificultades mantiene su riqueza cultural.
“Es ahí cuando nos descubrimos hermanos, porque todos somos miembros de una única familia de Dios y tenemos el reto de caminar juntos como nos lo pide el Papa Francisco, caminar en sinodalidad,» agregó.
Trabajar con amigos
A su turno el Card. Leopoldo José Brenes, segundo vicepresidente y arzobispo de Managua en Nicaragua, recordó que el primer sentimiento que a su mente vino sobre las tareas que debían emprender como miembros de la presidencia del Celam, «era una cosa grande, una papa caliente que ponían en nuestras manos» afirmó en términos coloquiales.
Sin embargo, todo fue posible recordando las palabras Jesús cuando dice que «antes de crear un equipo de trabajo, es preciso crear un equipo de amigos,» por lo que agradeció haber compartido con obispos que se convirtieron en amigos, porque entre ellos se forjó una gran amistad, «un trabajo hermoso porque no eran solo ejecutivos sino una familia» y en sus palabras cuando las cosas son en familia y se comparten en fraternidad, es posible alcanzar verdaderos resultados. Si bien tuvieron días intensos y retos como la pandemia también se enfrentaron a nuevas formas para llevar adelante el trabajo.
Reuniones en la noche, en la mañana de dos o tres horas dieron sus frutos y ahí están. «Siento que nuestro trabajo es una base, un reto para la presidencia, se están sentando unas bases y sólo depende de la colaboración de todos seguir adelante. «El trabajo fue hermoso porque somos amigos y esta amistad se fortaleció al colaborar con el Consejo Episcopal Latinoamericano, esto solo puede reconocerse como una gracia que Dios nos concedió a nosotros,» concluyó.
Austeridad y transparencia administrativa
A su turno Mons. Rogelio Cabrera, presidente del Consejo de Asuntos Económicos y arzobispo de Monterrey en México, se unió al agradecimiento de sus compañeros, recordando que desde su rol ha quedado evidente el deseo que vivir una verdadera comunión cristiana de bienes materiales y espirituales. Pese a la pandemia se logró mantener la generosidad solidaria con el Celam, ante lo que resulta necesario conservar dos principios fundamentales en su tarea diaria: la austeridad y la transparencia administrativa que constituyen una tarea para la sociedad civil y las organizaciones. Otro motivo para agradecer a todas las personas que colaboraron en este deseo, seguros de que nada es posible sin la comunión cristiana de bienes.
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Carismas, ministerios y funciones
Finalmente Mons. Jorge Lozano secretario general del Celam y arzobispo de San Juan de Cuyo en Argentina, se refirió al abanico de vinculaciones como una de las características del organismo, algo que ha podido vivenciar en este tiempo. «Por un lado, afirma, están las vinculaciones con las Conferencias Episcopales, la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos (CLAR), Cáritas, las universidades católicas y otras instituciones.
Una riqueza muy grande que se resume en carismas, ministerios y funciones. En su opinión otro de los vínculos de importancia del Celam es el que sostiene con el Papa Francisco y aquellos que le colaboran en el gobierno de la iglesia universal desde los dicasterios que particularmente tienen a su cargo la administración de la misión evangelizadora en el mundo. «Vinculaciones que nos enriquecen, alegran y desafían en nuestro camino cotidiano,» aseguró.
Los obispos cerraron este momento de encuentro con la prensa ratificando su deseo de seguir atentos a las realidades que afectan la vida de las personas, esos rostros sufrientes de las víctimas de situaciones dolorosas que claman por una acción de la Iglesia. Un trabajo que definitivamente no sería posible sin la fuerza espiritual que otorga la compañía constante de Dios.
Los miembros de la 39.ª Asamblea General del Celam eligieron este 17 de mayo a las directivas del organismo para el cuatrienio comprendido entre los años 2023 – 2027. En su orden fueron elegidos: Mons. Jaime Spengler – presidente, Mons. José Luis Azuaje – primer vicepresidente, Mons, José Domingo Ulloa – segundo vicepresidente, Mons. Santiago Rodríguez – Presidente del Consejo de Asuntos Económicos y Mons. Lizardo Estrada – Secretario general.
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