Salvadoreños peregrinan a la cuna de San Romero de América a “500 años del encuentro con Cristo”

La Iglesia en El Salvador realizó la séptima edición de la Peregrinación de su primer santo y mártir, Óscar Arnulfo Romero, del 1.º al 3 de agosto. Un recorrido que reunió a más de 700 participantes, quienes recorrieron 160 km desde San Salvador hasta Ciudad Barrios, en San Miguel, cuna del santo.

“Hemos recorrido la mitad del país”, cuenta el padre Santos Belisario, integrante de la comisión ejecutiva de la peregrinación, detallando que esta iniciativa surgió con el centenario de San Romero el 15 de agosto de 2017.

Así pues, el objetivo “es ponernos en camino y sobre todo conocer el legado” de quien en vida testimonió con su ejemplo la lucha por la justicia y la paz. “Lo vemos reflejado en sus mensajes y en sus homilías, que hoy en día cobran mucha fuerza”, explicó.

En esta versión adoptaron el lema “500 años de encuentro con Cristo” coincidiendo con los 500 años de la evangelización en ese país. Además se alinean con el Año de la Oración, convocado por el Papa Francisco en preparación al Jubileo 2025.

Esperanza de Cristo

El cardenal Gregorio Rosa Chávez, obispo auxiliar emérito de San Salvador y amigo de San romero, explicó el significado que tiene este Año de la Oración desde la perspectiva de la peregrinación 2024.
Al respecto, detalló que por medio de la oración “Dios tiene la respuesta total a todas nuestras inquietudes y problemas, orar es ponerse en las manos de Dios”, por eso, ha pedido que en este año especial “pongamos nuestras intenciones, anhelos, agradecimientos” en cada plegaria.

En cuanto a los peregrinos de otras naciones que se han unido espiritualmente a esta peregrinación, el purpurado recordó que “la figura de San Romero es la de la esperanza, de estar al lado de quienes más sufren, de los empobrecidos y excluidos, de los que claman justicia, de los enfermos”.

“Es la misma esperanza de Cristo resucitado, que anuncia que la vida ha vencido sobre la muerte”. De este mismo modo las enseñanzas de San Romero siguen vigentes en el continente sobre todo de quienes claman justicia.