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Se inaugura la 116.ª Asamblea de Obispos de Bolivia con una exhortación a la esperanza, la sinodalidad, el servicio a los pobres y la defensa de la casa común - ADN Celam

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Se inaugura la 116.ª Asamblea de Obispos de Bolivia con una exhortación a la esperanza, la sinodalidad, el servicio a los pobres y la defensa de la casa común

En un momento en el que se vive por la Pascua y el reciente fallecimiento del Papa Francisco, la Conferencia Episcopal Boliviana inauguró su 116.ª Asamblea con el discurso del presidente del episcopado, monseñor Aurelio Pesoa Ribera OFM. Desde un ambiente de fraternidad episcopal, el prelado convocó a los obispos del país a vivir estos días como un espacio de discernimiento, oración y esperanza, recogiendo el legado del Santo Padre recientemente fallecido.

Un adiós pascual al Papa de las periferias

Es una bendición de Dios encontrarnos en ambiente de fraternidad episcopal, celebrando el tiempo pascual, ante la noticia de la muerte del Papa Francisco, cuya muerte se une con el anuncio de la muerte y Resurrección de Cristo”, expresó Mons. Pesoa, al comenzar su intervención.

Monseñor Pesoa resaltó la providencial coincidencia del fallecimiento del Papa Francisco durante el tiempo pascual, recordando cómo el Pontífice argentino dio su última bendición Urbi et Orbi el Domingo de Resurrección, para luego partir a la Casa del Padre al día siguiente.

No podemos elegir el momento ni la forma de nuestra muerte, pero si lo pudiésemos hacer nada mejor que lo que le ha sucedido al Papa Francisco”, dijo, señalando que su fallecimiento en paz es coherente con su constante clamor por la paz mundial.

Papa Francisco, el testimonio de una fe transformadora

La autoridad eclesial anunció que durante los días de la Asamblea se celebrarán eucaristías por el eterno descanso del Santo Padre y por el próximo cónclave, invocando la guía del Espíritu para elegir un nuevo sucesor de San Pedro que continúe fecundando la Iglesia universal.

El presidente del episcopado boliviano dedicó una parte de su mensaje a remarcar el legado del Papa Francisco, a quien calificó como “un hombre apasionado por Cristo en cuya persona, palabras y gestos se ve que Cristo ha construido una persona excepcional. Su persona es el fruto de su fe inquebrantable”.

Recordó que esa fe fue puesta a prueba muchas veces, en su vida personal y durante su pontificado, ante críticas e incomprensiones. Sin embargo, dijo que el Papa nunca se desvió de sus convicciones ni reaccionó con espíritu de revancha, dando así un testimonio auténtico del Evangelio.

El Papa Francisco ha sido el primer Papa latinoamericano, lo que le hace pasar a la historia por derecho propio, pero, además, ha actuado como latinoamericano en la Iglesia universal, llevando aires del sur a la Iglesia del norte. Ha sido un surazo en la Iglesia, ha llevado la frescura de la Iglesia latinoamericana, con su sencillez, su profetismo, su compromiso con los más pobres, su enraizamiento en la realidad a la Iglesia universal”, dijo Mons. Pesoa con fuerza.

Iglesia misionera, sinodal y profética

Inspirado en las enseñanzas del Papa, el presidente de la CEB invitó a la Iglesia boliviana a “ser una Iglesia más misionera, Iglesia en salida, Iglesia menos preocupada por los problemas domésticos y más preocupada por la gente que anda ahí fuera en una cultura que esclaviza, una cultura narcisista, centrada en la comodidad, en la satisfacción de los propios deseos, sumida en un individualismo”.

Reiteró con palabras de Francisco que es preferible “una Iglesia accidentada, herida y manchada por salir a la calle, antes que una Iglesia enferma por el encierro”.

No podemos ser Iglesia misionera, sin ser una Iglesia sinodal”, remarcó. Por ello, llamó a erradicar el clericalismo y fortalecer espacios donde todos los miembros del Pueblo de Dios participen en la vida de la Iglesia: “Una Iglesia clerical jamás será misionera”, advirtió.

Voces proféticas frente a la crisis social boliviana

En su discurso inaugural, Mons. Pesoa no esquivó la crítica social y señaló con preocupación la difícil situación económica y política del país: la escasez, el aumento de precios, la migración juvenil por falta de oportunidades, la ausencia de políticas efectivas y la falta de combustibles y dólares.

La gente sencilla que acude a nuestras Iglesias y participa en nuestras actividades y que ve como suben los precios hasta niveles inalcanzables, causando escasez y hambre, hay falta de salud, hay falta de justicia, falta combustible, faltan dólares lo que dificulta la exportación e importación, faltan oportunidades en el país para los jóvenes, que se van fuera”, manifestó.

Asimismo, exhortó a reivindicar buenas políticas y citó la encíclica Fratelli Tutti, donde el Papa Francisco señala que: “La grandeza de la política se muestra cuando, en momentos difíciles, se obra por grandes principios y se piensa en el bien común a largo plazo”. En este contexto, hizo un llamado a los actores políticos que se encuentran en etapa de campaña electoral: “Y si no tienen propuestas, mejor dar un paso al costado y dejar pasar a quien las tenga”.

Cuidado de la casa común y defensa de la Amazonía

Otra prioridad que remarcó Mons. Pesoa el cuidado de la creación, una de las banderas centrales del pontificado de Francisco. Rechazó las políticas extractivistas y la destrucción de la Amazonía a causa de intereses económicos que no han sido consensuados ni dialogados.

Pidió a la Iglesia boliviana asumir su papel profético en la defensa de los parques naturales, bosques y pueblos amazónicos: “Debemos ser verdaderos profetas en la defensa de nuestros bosques, de nuestros parques naturales, de la destrucción del medio ambiente y el ecosistema natural, creado por los incendios y avasallamientos que destruyen la Amazonía, por intereses económicos, que no han sido consensuados, ni dialogados”.

“El Papa nos ha invitado a cuidar la Amazonía, a buscar formas de evangelización que respondan a las necesidades de esta parte del planeta tan olvidada con tanta escasez de medios económicos y hasta de agentes pastorales”, recordó con notable preocupación.

Iglesia misericordiosa y cercana a todos

La opción por las periferias existenciales también tuvo un lugar importante en su discurso de Mons. Pesoa, quien evocó al Papa Francisco como el defensor de los olvidados: “los divorciados vueltos a casar, los homosexuales, los pecadores”, como Cristo que vino a buscar a los que están perdidos.

Rememoró también la visita del Papa a Bolivia en 2015 y, especialmente, su paso por el penal de Palmasola, donde se definió ante los reclusos como “un hombre perdonado”. Ese gesto, dijo el obispo, resume la esencia de su pontificado.

El prelado llamó a que la Iglesia sea “una tienda de campaña capaz de agrandarse para recibir a todos”, y valoró el esfuerzo del Papa por integrar a las mujeres en roles de liderazgo dentro de la Iglesia, lo cual, dijo: “Es necesario que miremos cada vez con más respeto e integremos en la actividad de la Iglesia, en puestos de responsabilidad a la mujer”.

Camino hacia una humanidad unida

Mons. Aurelio Pesoa exhortó a vivir esta 116.ª Asamblea en el espíritu del Jubileo de la Esperanza convocado por el Papa: “Hay esperanza porque creemos en Cristo”, afirmó, e invitó a renovar la fe pascual y a salir al mundo a anunciar a Cristo como única fuente de verdadera esperanza.

Les invito a renovar nuestra fe en Cristo resucitado y a salir a anunciarlo a todos los hombres y mujeres de buena voluntad porque solo Él es la esperanza. Debemos volver a decir al mundo: conviértanse y crean en el Evangelio, para que pasemos a días mejores, como nos ha invitado con insistencia nuestro difunto Papa Francisco, quien ha sido instrumento de esperanza en este mundo”, resaltó.

El Dios de la paz y la justicia, el Dios del Reino, el Dios que ha resucitado a su Hijo, nos ayude a caminar hacia una humanidad y una Bolivia unida, reconciliada y fraternal”, dijo, y encomendó los trabajos de la Asamblea a María, Madre de la Iglesia. Mons. Pesoa cerró su intervención marcando el tono de los días venideros: discernimiento pastoral, fidelidad evangélica y compromiso social por la construcción de “la paz, la justicia y la fraternidad que necesitamos”.

Resumen de la primera jornada de la Asamblea

El obispo del Vicariato Apostólico de Pando, Mons. Eugenio Coter, fue el encargado de presentar el resumen de la primera jornada de la Asamblea de Obispos, que comenzó con la celebración de la Eucaristía presidida por el Nuncio Apostólico en Bolivia, Mons. Emilio Fermín Sosa.

Durante la misa, el Nuncio recordó el momento particular que vive la Iglesia universal con el fallecimiento del Papa Francisco, cuya herencia pastoral queda ahora en manos de toda la Iglesia para ser llevada adelante. Se resaltó la necesidad de vivir este tiempo con docilidad al Espíritu Santo, especialmente ante el inminente cónclave.

Tras la celebración, se dio inicio formal a la Asamblea con el saludo del presidente de la Conferencia Episcopal Boliviana (CEB), Mons. Aurelio Pesoa. En sus palabras, hizo memoria del Papa Francisco, destacando su capacidad para leer la realidad desde América Latina y afrontar los desafíos eclesiales con esperanza. También evocó los momentos significativos que el pontífice compartió durante su visita a Bolivia.

Desarrollo del día

El Nuncio Apostólico retomó la reflexión iniciada en la Eucaristía, remarcando la necesidad de acompañar espiritualmente el cónclave y resaltando el Jubileo de la Esperanza y el Bicentenario de Bolivia. Ambos eventos son vistos como oportunidades pastorales significativas para la Iglesia boliviana, que está llamada a caminar como pueblo peregrino y promotor de paz, superando la tentación de la violencia e impulsando una justicia que genere equilibrio social, en momentos particulares que enfrenta el país.

También se dirigieron a la Asamblea distintos representantes eclesiales. La hermana Egidia Llano Cuéllar, en representación de la Conferencia Boliviana de Religiosos (CBR), indicó la disponibilidad de la vida consagrada con la misión de la Iglesia e invitó a los obispos a ser faros de esperanza. A su turno, el representante del Clero Nacional expresó la disposición de los sacerdotes a colaborar con entusiasmo en este tiempo de gracia. Asimismo, la señora Sandra Serrano, en representación de los laicos, instó a caminar como “Iglesia en salida”, con mirada misionera.

Durante la jornada, también se abordó la situación actual del país. Con la colaboración de especialistas como el Lic. René Martínez, se analizó la evolución de la economía en los últimos 20 años, identificando los desafíos económicos que enfrenta Bolivia, especialmente en el marco del próximo proceso electoral. El Lic. Raúl Velázquez presentó datos sobre la crisis energética y de hidrocarburos, mientras que Héctor Córdoba expuso sobre el potencial y los retos estructurales del sector minero. Finalmente, la Lic. Carla Elena Cordero ofreció una lectura estadística sobre la evolución de la pobreza en el país en los últimos 15 años.

La jornada concluyó con la celebración de los 60 años del Seminario San José, combinando el trabajo pastoral con un momento de oración y gratitud.

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