Monseñor José Antonio Da Conceição Ferreira es el secretario general de la Conferencia Episcopal Venezolana y hasta el 25 de marzo fue párroco de la Natividad del Señor en San Antonio de los Altos, en el estado de Miranda, luego de ser nombrado obispo de Puerto Cabello, jurisdicción sufragánea de la arquidiócesis de Valencia, en el centro del país.
Al ser consultado por ADN Celam sobre la actual situación de Venezuela, aseguró que “hoy quizás el escenario ha cambiado en algunas cosas, hoy en día estamos abastecidos de productos alimentarios o también de medicina u otros no tan esenciales, pero el pueblo no tiene dinero, no tiene dinero para acceder dignamente a todas estos bienes y servicios”.
El nuevo prelado ha señalado que “sigue habiendo una gran brecha social entre pobres y ricos”, por supuesto, “son más los pobres” que se suma a una crisis de los servicios públicos: “con carencias de agua, con carencias de electricidad”.
PREGUNTA.- Este año es muy crucial para Venezuela por las elecciones presidenciales, ¿qué le dice al pueblo?
RESPUESTA.- “Venezuela es un país presidencialista siempre y siempre la de las elecciones presidenciales, pues marcan un hito en la historia. Han sido adelantadas para el 28 de Julio, cosa que siempre pues nos ha sonado muy extraño a todo el pueblo, incluyendo a la Iglesia, porque tradicionalmente estábamos acostumbrados a ir en diciembre a las elecciones.
Por eso, hay varios escenarios, no me comprometo en ninguno, pero bueno la realidad es que son el 28 de julio y desde la Conferencia Episcopal hemos recordado el gran valor por la democracia y partiendo ya de la misma Constitución nacional que el voto es la mejor manera de expresarse a los venezolanos”.
Se ha pedido que el Estado garantice que esta elección sea equitativa tanto para electores como para los candidatos. Un punto especial es que nuestro objetivo fundamental es animar a esta gran multitud de hombres y mujeres, sobre todo, jóvenes puedan participar, ejercer su derecho a poder votar el 28 de Julio”.
Participación masiva
P.- ¿Qué le diría a quienes han perdido la fe en las elecciones?
R.- El deber de la Iglesia es justamente seguir animando y decirle que tenemos que creer justamente aún en la democracia como un sistema que nos ayuda, que nos ayuda a llevar adelante nuestras naciones en paz y animarse.
Solo con una participación masiva podremos expresar realmente la decisión o la voluntad popular, animar de verdad a tantos. Así como hay otros tipos de derecho, el voto también lo es”.
P.- ¿En cuanto a algunos candidatos que todavía siguen inhabilitados amén de todos los innumerables obstáculos?
R.- “Decíamos en nuestro último comunicado que queríamos equidad en el proceso tanto para unos como para otros; por supuesto, eso se sigue pidiendo, que haya esa equidad esa oportunidad. Que sea el pueblo el que decida al final por quién quiere ser gobernado”.
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