La sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) fue galardonada con el premio bienal de arquitectura Fernando Martínez 2024, edición 29, organizado por la sociedad colombiana de arquitectura, en la categoría “proyecto arquitectónico”.
Una distinción otorgada a las 24 mejores estructuras arquitectónicas del país de entre 410 postuladas. El Celam ha quedado en el top 10 de Colombia, ocupando la primera posición.
El padre Adolfo Vera, arquitecto encargado de la construcción de esta obra – iniciada en 2012 e inaugurada en 2022 durante el periodo de Monseñor Miguel Cabrejos– explicó que la bienal de arquitectura “es un evento cultural y académico, organizado desde 1962 por la Sociedad Colombiana de Arquitectos fundada el 6 de junio de 1934”.
“Participaron los mejores proyectos arquitectónicos y urbanísticos desarrollados durante los últimos cinco años en Colombia”, indicó.
Número 1 en Colombia
La premiación se realizó en la ciudad de Cartagena y el jurado tuvo la tarea de seleccionar las obras y trabajos más significativos en los diferentes campos de la arquitectura, en las siguientes categorías: arquitectura de interiores y efímera; diseño urbano y paisajismo; divulgación; hábitat social; intervención en el patrimonio; investigación.
También en las categorías teoría y crítica; ordenamiento urbano y regional; proyecto Arq. vivienda unifamiliar, bifamiliar y trifamiliar; proyecto arquitectónico.
“Es un honor para nuestra institución que se reconozca todo el esfuerzo que se ha venido realizando para posicionar nuestra nueva sede como la número uno a nivel arquitectónico y de servicios pastorales brindados a toda América Latina”, apuntó el padre Vera.
Transformando nuestro hábitat
Este año la bienal se realizó bajo el lema “Transformando nuestro hábitat”. Al respecto, Vera comentó que se postularon “cada bienal tiene un tema sobre el cual se discute, en esta ocasión fue el Hábitat”.
“La bienal destaca principalmente aquellos proyectos cuya calidad contribuye a preservar y mejorar los valores arquitectónicos, urbanos, históricos, ambientales, sociales y culturales del medio en el cual han sido realizados”, añadió.
Por otro lado, apuntó el sacerdote que “los proyectos seleccionados fueron aquellos que buscaban atender la necesidad imperante de emprender acciones estratégicas en los territorios para construir un bienestar social duradero a partir de lograr una coexistencia equilibrada entre las dimensiones ambientales, sociales y urbanas”.
Tradición arquitectónica monástica
Cuenta el padre Vera que la estructura del nuevo Celam se inspiró en los antiguos monasterios, que “se estructuraban espacialmente a partir de las celdas de los monjes, ubicadas en un claustro alrededor de un patio central, con áreas comunes como el comedor y la salas de estudio y reposo debajo de ellas en la planta baja”.
Por ello, este proyecto reinterpreta “la tradición arquitectónica monástica para organizar oficinas, aulas, un auditorio, una capilla y un archivo de libros y documentos en una secuencia de patios”.
“El edificio se disloca en tres partes para adaptarse a la pendiente y mantener la predominancia visual de la montaña y la vegetación circundante. Esta estructura organizativa se traduce en espacios interiores de proporciones mesuradas y carácter sereno, donde las formas se realzan por el juego entre luz y sombra, creando una atmósfera contemplativa”, dijo.
Consta de tres patios. El patio superior constituye el claustro principal, dedicado a la habitación y la estancia; el patio intermedio establece la plaza central de acceso al conjunto y a la capilla; y, por último, el patio inferior se vuelve un jardín que acompaña las actividades académicas que se dan en las aulas y salas del estudio a su alrededor.
Sobre el premio
El premio Fernando Martínez Sanabria es otorgado por la Sociedad colombiana de arquitectos y sus patrocinadores al proyecto ganador escogido en la categoría “proyecto arquitectónico”, basado en indicadores de eficiencia y creatividad.
Este premio “no solo celebra la belleza, sino también la capacidad del proyecto para optimizar recursos y generar beneficios a largo plazo”.
Ese año los patrocinadores fueron Vidrio Andino, Consejo profesional nacional de arquitectura y sus profesiones auxiliares, A.C.F.A, Gobernación de Bolívar, Alcaldía Mayor de Cartagena de Indias, Ministerio de Educación, Gramar, Consejo colombiano de Construcción Sostenible, MAPEI, Tecnoglass, Exiplast, Darso, IGuzzini, Ultimate, Lúdica Tecnolyte.
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