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Este viernes 14 de marzo, se cumplen seis meses del asesinato del líder ambientalista Juan Antonio López, oriundo de Toca, Honduras. Un incansable protector del patrimonio colectivo y de los derechos humanos. Su muerte se dio la noche del 14 de septiembre de 2024 cuando salía de una iglesia. Hasta el día de hoy, su crimen sigue impune, haciendo de ello que organizaciones sociales y religiosas exijan justicia.

En este contexto, la Coordinación Interdiocesana por la Defensa de la Casa Común, junto con otras organizaciones, ofrecieron un mensaje en el que ratifican su exigencia al gobierno hondureño para que el caso de Juan López se esclarezca. Además, piden el cese a la persecución de los líderes comunitarios que ofrendan su vida en los territorios en defensa del medio ambiente.

Denuncias contra el poder político y económico

Algo que le costó la vida a este líder hondureño, fue haber denunciado sin temor la corrupción en la municipalidad de Tocoa, además de evidenciar los daños ambientales que está causando el megaproyecto minero Pinares-Ecotek en el Parque Nacional Carlos Escaleras. En distintas ocasiones López reportó la falsificación de actas en cabildos abiertos, la manipulación de procesos administrativos y el incendio sospechoso de oficinas de tesorería municipal, exigiendo con ella transparencia y rendición de cuentas.

Además, otro detonante para su asesinato fue la exigencia que hiciera López para que el alcalde de Tocoa renunciara, tras que se difundieran pruebas de su vinculación con redes de narcotráfico y corrupción.

Frente a este panorama, la Coordinación Interdiocesana denuncia que estas mismas estructuras del poder estatal económico y político son las que han bloqueado la investigación para esclarecer el asesinato del líder. En su pronunciamiento, exigen tajantemente se actúe con diligencia, transparencia y celeridad en el proceso de la muerte de Juan López, dado que a la fecha no han habido avances significativos en la investigación.

Un sistema judicial que protege a los poderosos

A esto, le suman la exigencia para que se investigue a agentes estatales, que por “omisión o colusión” en sus funciones facilitaron la explotación ilegal y daños ambientales en el Parque Nacional Carlos Escaleras, tolerando con ello actos de corrupción y de abuso de poder presentes en la implantación y desarrollo del megaproyecto Minero-Energético Pinares-Ecotek.

Por otra parte, también critican el accionar de la justicia hondureña, señalando que mientras los ejecutivos de Pinares-Ecotek han recibido medidas alternas a la prisión preventiva, ambientales como los de Guapinol fueron encarcelados durante 30 meses bajo acusaciones arbitrarias.

«Nos seguimos preguntando ¿para quién es la justicia en Honduras?», cuestionan las decisiones tomadas por algunas organizaciones, al tiempo que exigen que la empresa Pinares-Ecotek sea procesada por corrupción, falsificación de documentos y daño ambiental.

El legado de Juan López sigue vivo

A pesar de la tristeza y la indignación que ha causado la muerte de este importante líder, Juan López seguirá siendo un referente en las comunidades que defienden el derecho a un ambiente sano y libre de explotación minera. Su testimonio y entrega seguirán siendo inspiración para otros líderes que desde la fe y el compromiso social avanzan en las denuncias exigiendo justicia, igualdad y defensa de la vida humana y el ecosistema.

«El martirio es el terreno fértil donde renace la esperanza», concluye el comunicado, ratificando el compromiso de la Iglesia en la lucha por la verdad y la justicia social. “¡Juan López vive, la lucha sigue y sigue!”.

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