“Estamos con la convicción de que no estamos aquí por casualidad; somos elegidos y elegidas”, bajo esta premisa los participantes del Encuentro de redes y plataformas pastorales han sesionado en dos día de trabajo – desde el 14 de mayo – en la sede del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam), en Bogotá.
Convocados por el Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral (Ceprap), representantes de las redes eclesiales territoriales y temáticas, movimientos eclesiales, pastorales de juventud, familia, penitenciar, adicciones, indígena, garífuna, afroamericana, entre otras, trazan los derroteros de trabajo bajo una dinámica dialógica de construcción conjunta y sinodal.
“Queremos encarnar una Iglesia Latinoamericana y Caribeña, como Iglesia de comunión, que crece en la vivencia coherente de la sinodalidad y con la convicción en la unidad desde la diversidad de lo que somos, hacemos y proyectamos”, explicó el padre Francisco Hernández, director del Ceprap.
Al estilo de Jesús
Es de este modo como “al estilo de Jesús” buscan consolidar unos derroteros comunes con “la convicción en la lucha contra las injusticias, la opción por las periferias, las víctimas del sistema, las personas rotas, empobrecidas, excluidas y violentadas”.
El padre Hernández aclara que son procesos paulatinos “no se dan de un día para otro”, por lo que ha invitado a todos “a mirar con serenidad, inspirados por el Espíritu Santo, escucharnos, puesto que somos albañiles, porque el maestro de obras es otro”.
Como dice el adagio – puntualiza el sacerdote – el que mucho abarca poco aprieta, así que “no todo tenemos que hacerlo, el objetivo es miremos con detenimiento aquellas acciones que sean posibles”.
Retos y propuestas
Los participantes han visto una serie de retos y desafíos en el ámbito pastoral, por ejemplo, como el de “promover procesos de conversión intraeclesial y en la forma como tejemos relaciones; reconocernos en nuestras experiencias y capacidades diversas”.
También – explica el padre Hernández – deben partir de la realidad, especialmente de las periferias con una narrativa consolidada y articulada que toque diferentes aspectos de la vida social como la relación entre ecología, economía, paz, democracia y derechos humanos,
Es un reto grande transversalidad las diversas dinámicas de esos rostros sufrientes de la Iglesia, entre estos mujeres, la juventud, los pueblos originarios, afros, garífunas, migrantes; todo ello, desde la equidad, la inclusión, la no violencia y el cambio del modelo depredador.
Por supuesto, ha brotado del diálogo de las mesas de trabajo “la necesidad de mover las jerarquías y fortalecer el protagonismo laical”, para ello han propuesto “estrategias comunes para identificar la formación, la influencia/incidencia, la articulación desde un enfoque glocal, integral, sinodal, intergeneracional, intercultural y descolonizador”.
Unidad con el Dicasterio
El Dicasterio para el Desarrollo Humano Integral de la Santa Sede se ha unido de manera telemática a este encuentro. El cardenal Michael Czerny, prefecto de esta instancia, ha agradecido a los participantes este esfuerzo y por ser ejemplo en el trabajo en redes.
“Nos encontramos, escuchamos y dialogamos, en un encuentro fraterno entre la iglesia latinoamericana y caribeña, con una instancia de la Iglesia Universal, para ver puntos de encuentro y caminar en Comunión, en Común – Unidad para la buena cosecha, para el buen vivir”, explicó Hernández.
En este sentido, han compartido con esta instancia Vaticana sobre diversos tópicos, sobre todo con la premisa que “la agenda la establecen los procesos, los territorios y las bases eclesiales”.
Con el Papa Francisco coinciden que “el centro es la periferia”, así pues tienen como principal objetivo llegar a las periferias existenciales y geográficas, puesto que “somos cajas de resonancia y de herramientas para visibilizar, articular y potenciar nuestro ser y quehacer como signo del reino en la tierra, en los territorios, en el Santo Pueblo de Dios”.
Esta reunión es considerada como un hito, un primer trabajo de articulación e incidencia de las plataformas y pastorales presentes con la Iglesia de Roma. Al respecto, Cecilia Barja, referente del Dicasterio, apuntó que esta entidad vaticana “no marca pauta”, al contrario, “queremos escucharlos y son las iglesias particulares quienes establecen las propuestas”.
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