Por Mons. Rafael Cob /Obispo de Puyo (Ecuador)
Hoy celebramos la victoria de los que buscando la paz defiende la justicia y trabajan por la unidad.
Una vez más la Iglesia ha dado muestras de su credibilidad moral en el Ecuador y en el mundo.
Nuestro país ha sufrido un paro nacional de 18 días de resistencia convocado por la CONAIE (organización de los pueblos indígenas del Ecuador ), en estos días de paro y resistencia no solo ha causado grandísimas pérdidas económicas para todo el Ecuador ,también ha causado mucho dolor y violencia llegando hasta el límite de estar a punto de un estallido social de consecuencias irreparables como la muerte de algunas personas víctimas de la violencia , ese derecho a la vida don sagrado que nadie tiene derecho a quitar, como decíamos, una vida vale mal que mil protestas
Este paro llegó a momentos deshumanizantes a veces la intransigencia de los manifestantes y vulnerando derechos de las personas como la libre circulación, o en abastecimiento de las ciudades de elementos básicos para vivir por lo cual llevo a la necesidad de conformarse en nuestra ciudad de Puyo, una mesa de diálogo intercultural promovida por la Iglesia ofreciendo sus espacios y coordinando y acompañando en todo momento el desarrollo de la misma , y conformada por los sectores sociales de la ciudad como el sector del comercio, trasporte, representantes de barrios y los representantes de las nacionalidades indígenas en Pastaza.
Gracias a esta mesa de Diálogo Intercultural se pudo vivir en la ciudad con esa dimensión humana de manera que la gente pudiera caminar con libertad abrir corredores humanitarios , así como el paso a las emergencias, la entrada de alimentos y combustibles aunque insuficiente para unos pero imprescindible para todos, hubo un respiro de humanidad .la Iglesia fue humanizadora de este paro nacional..
Si nos ponemos a ver las causas y consecuencias de este dolor que el pueblo sufrió, además de la muerte de hermanos y del vandalismo que se dio, podemos decir, la culpa es del Gobierno que no escuchó los reclamos justos que el pueblo había pedido hace mucho tiempo.
El pueblo tiene derecho a ser escuchado cuando es maltratado, marginado y olvidado y cuando sus reclamos no son atendidos la gente se levanta para protestar y conseguir sus demandas.
Por ello la causa más profunda de estos males que se produjeron en el paro está en la injusticia y en la indiferencia de los gobiernos que no escuchan el grito de los pobres que son los que sufren la inequidad, olvido y la vulneración de sus derechos.
Es verdad y lamentamos que en estos reclamos sociales cuando el pueblo se levanta para exigir sus derechos hay gente infiltrados que quieren aprovecharse de la ocasión para sus ganancias políticas o económicas , produciendo violencia y enfrentamiento como los que se dieron y detrás de estos infiltrados hay otras fuerzas ocultas que no vemos puede ser la pugna de poderes cuyo accionar intelectual esté buscar desestabilizar el país y nos roban la paz, por ello la Iglesia tiende puentes y caminos de paz convirtiéndose en una Iglesia pacificadora porque la paz es fruto de la justicia y se debe actuar vivida en la verdad y con total transparencia .
La Iglesia Católica a nivel nacional siempre como ahora ha ofrecido ser garante de los conflictos a través de un diálogo sincero para que reine la paz y se evite enfrentamientos violentos en el pueblo. Una vez más la Iglesia Católica ha sido la artífice de esos acuerdos que conducen a la paz , su credibilidad moral en el pueblo le da el respaldo para ser líder de la paz, pacificando las tormentas que se levantan por culpa de la injusticia y el olvido de los pobres .
Hoy felicitamos a la Presidencia de la Conferencia Episcopal Ecuatoriana que ha sabido conducir este diálogo de escucha para llegar a consensos guiados por el Espíritu de Dios con su Sabiduría y fortaleza ha sido artesana de la paz para el país .
Damos gracias a Dios por la oración que el pueblo ecuatoriano ha realizado para que moviendo las mentes y el corazón de las autoridades se haya firmado el acuerdo de Paz y justicia. Ejemplo de madurez para la nación y el mundo entero. Que Dios bendiga a todos los que contribuyeron para celebrar con gozo este día de victoria del diálogo y de la escucha en favor de los pobres .
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