La Conferencia Haitiana de Religiosos (CHR) expresó su consternación y dolor por el asesinato de las hermanas Evanette Onezaire y Jeanne Voltaire, pertenecientes a la Congregación de las Hermanitas de Santa Teresa, ocurrido la noche del 31 de marzo en la localidad de Mirebalais, cuando grupos armados asaltaron la zona.
En el mismo hecho, también fueron ejecutados varios empleados que se encontraban con ellas. La tragedia ha conmovido a la comunidad religiosa del país y de todo el continente.
“Con un sentimiento de profunda tristeza y revuelta”, señala el comunicado firmado por el padre Morachel Bonhomme, sdb, presidente de la CHR, “nuestros ojos siguen derramando lágrimas mientras perdemos la voz ante tanta crueldad”. No obstante, la CDH reafirma su esperanza en Dios, citando el libro del Apocalipsis: “Dios enjugará las lágrimas de nuestros ojos”.
“Signos del Reino de Dios entre los necesitados”
El documento transmite condolencias a las familias biológicas y religiosas de las víctimas, y asegura oraciones por su eterno descanso y por la paz en el país.
La Conferencia Haitiana de Religiosos agradeció la misión que las hermanas desarrollaban entre los más vulnerables, recordando que fueron “la manifestación de los signos del Reino de Dios entre los necesitados”.
Asimismo, el mensaje llama a despertar las conciencias de quienes tienen responsabilidades en materia de justicia y seguridad, para que cese la impunidad y la violencia que desangran a Haití. “Viven su Viernes Santo con Cristo durante este tiempo de Cuaresma”, expresa el comunicado, a tiempo de que se espera que “esta tragedia contribuya a despertar las conciencias de los responsables de justicia y seguridad de este país”.
“¡Que nuestro Dios de compasión acompañe al pueblo haitiano en este trágico período!”, concluye el mensaje de cercanía y compromiso en la oración.
Confederación Latinoamericana de Religiosos acompañan el dolor del pueblo haitiano
También la Confederación Latinoamericana de Religiosos (CLAR) manifestó su repudio ante las acciones y expresó su acompañamos el dolor del pueblo haitiano y de la Congregaciones afectadas.
Además, en una nota de duelo, expresaron su rechazo a todo acto de violencia y su solidaridad con la Vida Religiosa en Haití.
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