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Vírgenes consagradas de Costa Rica reflexionan sobre la sinodalidad

La sinodalidad y la relevancia del vínculo. Dos temas que el Ordo Virginum, capítulo de Costa Rica en la diócesis de San Isidro – en el cantón de Pérez Zeledón de la provincia de San José – abordó para celebrar 70 años de esta jurisdicción eclesial, pastoreada por monseñor Juan Miguel Castro.

Es que las Vírgenes consagradas llegaron a San Isidro en julio de 2022 y desde entonces ha sido una vocación que ha venido creciendo. Explicó Lisandra Chaves, integrante del equipo coordinador del Orden de las vírgenes en Latinoamérica.

De hecho, tomando como guía la instrucción vaticana Ecclesia Sponsae Imago, se realizó la organización del Ordo Virginum en esta diócesis. A la fecha cuentan con 8 consagradas y 7 candidatas en tan solo dos años de la instauración.

“Todas las consagradas son corresponsables y participan activamente de diferentes comités que organizan los encuentros, formaciones y retiros, cada una poniendo sus dones y carismas al servicio de la Iglesia”, añadió.

Práctica sinodal

En este encuentro se han propuesto el objetivo de “ver la vocación como un medio para la santidad, para orar la Iglesia y, por ende, crecer en fraternidad, sinodalidad y el vínculo”.

Por ello, este año ofrecieron un taller sobre el Sínodo de Sinodalidad, conceptos y procesos tanto a nivel universal como nacional. “Se enseñó cómo ser facilitadoras de la conversación espiritual y se tuvo una formación en teología fundamental para fortalecer el vínculo entre nosotras y ser así testimonio coherente de una consagración particular con Cristo”, explicó.

Chaves detalló que estos encuentros fraternos “tienen siempre espacios de oración, escucha, reflexión, discernimiento comunitario y espacios de recreación. Este año se hizo una obra de teatro muy divertida que nos permitió reírnos juntas”.

Presencia en Centroamérica

Las aspirantes a ingresar al Orden de las vírgenes participan en una formación de 4 años y medio, enfocada en las áreas humana, espiritual, pastoral e intelectual, incluso “estamos colaborando con Nicaragua, Guatemala y Panamá donde no existía un proceso formal”.

Señaló que en Panamá donde “no existe el Ordo Virginum” por ahora. Esta vocación milenaria – data del tiempo de los apóstoles –, influida por la sororidad internacional “es un regalo de Dios para todas, ya que el único formador es el Espíritu Santo y con apoyo de los obispos damos los pasos de mano de Dios y de la Virgen”.

Para más información sobre esta vocación o interesadas en la vocación nos pueden escribir a ordovirginumsanisidro@gmail.com

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