Francisco es un Papa de procesos y su decisión de que todos los participantes, incluidas las mujeres, voten en la Asamblea Sinodal que se celebrará en octubre ha sido noticia en los últimos días. En el Sínodo para la Amazonía, las 35 mujeres presentes en la Asamblea Sinodal hicieron una petición formal al Papa para votar en esa asamblea, algo que Francisco no aceptó en su momento pero que claramente no ha olvidado.
El Sínodo para la Amazonía como parteaguas
Dos de esas mujeres eran la Hna. Maria Irene Lopes, secretaria ejecutiva de la Red Eclesial Panamazónica en Brasil (REPAM-Brasil) y de la Comisión Episcopal para la Amazonía de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB), y la Hna. Rose Bertoldo, secretaria ejecutiva del Regional Norte1 de la CNBB. «Cuando vi por primera vez esta noticia, pensé inmediatamente en el Sínodo de 2019, pero creo que no fue sólo allí que comenzó esta instigación», dice la Hna. Irene, que no duda en ver el Sínodo para la Amazonía como este parteaguas.
La religiosa destaca «el gran número de mujeres en aquel Sínodo, tanto indígenas como laicas, religiosas», que a lo largo de la asamblea sinodal se acercaron al Papa Francisco para mostrar que estaban allí, insistiendo en que no se trataba simplemente de una presencia, «también pedíamos tener voz, pedíamos poder hablar, quién sabe si incluso votar, era un sentimiento que teníamos y que el Papa tenía en aquel Sínodo».
Un Papa de procesos
La Hna. Rose Bertoldo insiste, recordando que estamos en el décimo año de pontificado del Papa Francisco, en que «siempre ha tenido esta mirada». Según la religiosa, «no ha habido muchos avances, pero es un Papa que es de procesos. El voto de las mujeres en este Sínodo es fruto de este proceso que él viene haciendo en la Iglesia, que sabemos que no es fácil». Según la secretaria ejecutiva del Regional Norte1, el gesto de entregar al Papa la carta firmada por todas las mujeres presentes en la asamblea sinodal, «fue muy significativo».
Junto con eso, la religiosa destaca que «el Papa reconoce el trabajo que las mujeres hacen«, citando como ejemplo que en el Sínodo para la Amazonía las mujeres fueron mayoría en el proceso de escucha, destacando su contribución, «así que nada más justo que reconocer esta contribución, que es la realidad de la Iglesia. El rostro de la Iglesia hoy es femenino, este reconocimiento es fruto de este proceso, con el que el Papa poco a poco está dando espacio para que esto se consolide en la Iglesia». La Hna. Rose dijo que «el próximo Papa no puede dar marcha atrás en este proceso».
Tendréis este espacio
La Hna. Irene Lopes recuerda las últimas palabras del Papa en aquella asamblea sinodal, «el Papa nos miró y nos dijo: ‘no era en este momento, pero tendréis este espacio’, algo que para mí fue muy impactante. En ningún momento el Papa se olvidó de las mujeres que estaban presentes». En este proceso, Sor Rose Bertoldo destaca como elemento importante que «no fuimos a la confrontación, sino a esta toma de conciencia de que el diálogo es el puente». Para ella es importante que «no fuimos a la lucha, sino que hicimos que esto quedara en la historia».
Su servicio como secretaria ejecutiva del Regional Norte1, «ayuda a gestionar procesos muy grandes», insistiendo en que «hay muchos obispos que nos escuchan, no somos nosotras las que vamos a tomar la decisión, pero nos escuchan, y eso lleva a una decisión«, lo que considera muy importante. Un ejemplo de ello es el Mensaje al Pueblo Brasileño de la 60ª Asamblea General de la CNBB, celebrada en Aparecida del 19 al 28 de abril de 2023, «hay mucha voz femenina». Por eso, la religiosa destaca que «muchos procesos, muchas decisiones, vienen de la sugerencia de nosotras las mujeres».
Los procesos avanzan por las sugerencias de las mujeres
Como secretaria ejecutiva del Regional Norte1, habla de las sugerencias que hace, pero no de una forma impositiva, que acaba siendo aceptada por los obispos. La Hna. Rose muestra que en las comunidades y en los espacios donde están las mujeres, «son escuchadas y los procesos avanzan por las sugerencias que hacemos las mujeres«. La Hna. Irene Lopes, que está en la CNBB desde 2009, al recordar a los obispos que han presidido la REPAM-Brasil y la Comisión para la Amazonía, dice que percibe «mucho respeto de ellos por nuestra presencia como mujeres». En el equipo de la REPAM-Brasil, hoy todas son mujeres, «y veo que hay ese respeto por nuestra presencia y nuestro trabajo, confían en nosotras, nos valoran», algo muy importante, porque «estamos ahí para hacer juntas, para pensar juntas, no sólo para prestar un servicio, sino para hacer propuestas, para sugerir», destacando la acogida de todo el episcopado.
Todo ello «pasa por esta dimensión de la escucha, hay un proceso más agudo de escucha por parte de los obispos, y de este proceso de escucha viene la confianza y la valoración y el reconocimiento de nuestra participación», insiste la Hna. María.
No podemos pensar en la Iglesia amazónica sin las mujeres
La presencia de las mujeres en la Iglesia amazónica es decisiva, «ya no podemos pensar en la Iglesia amazónica sin la presencia de las mujeres«, afirma la Hna. Irene Lopes, que insiste en que muchos obispos están dando «gran valor a la cuestión de las mujeres en las comunidades», actitud que «se debe a la preparación del Sínodo, a la escucha que se hizo y a los espacios que las propias mujeres están conquistando en las comunidades». La secretaria ejecutiva de la REPAM-Brasil afirma que en los últimos años ha notado «una mayor valorización de la presencia femenina, incluso en los discursos públicos». La religiosa cita ejemplos de obispos que están encantados con el trabajo que las mujeres están haciendo, y es un trabajo de incidencia, un trabajo que está siendo apoyado.
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La dimensión de circularidad en las comunidades es señalada por la Hna. Rose Bertoldo como un elemento importante, insistiendo en que «nuestras comunidades tienen el servicio no como poder, esta dimensión de intercambio que se da de forma circular y no piramidal». Junto con esto, la secretaria ejecutiva del Regional Norte1 destaca «toda esta discusión que hemos estado teniendo, que es la ministerialidad. Hemos avanzado en el sentido de tener procesos de discusión con relación a ministerios y ministerios de la mujer. La CEAMA ha traído esto muy presente, la REPAM también, y esto se está incorporando en la Iglesia. Y ahora estamos empezando a tener procesos con un diálogo más tranquilo con relación a esto, no es la mujer quitándole el espacio al hombre, es el aporte que nosotras las mujeres de hecho damos con legitimidad en la Iglesia”.
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