ADN Celam

El viernes 5 de abril de 2024 y organizado por PLAPA (Pastoral Latinoamericana de Acompañamiento y Prevención de las Adicciones), Cebitepal y Celam se llevó a cabo el 2° Encuentro de Seminario 2024 “Camino penitencial y prácticas restaurativas” a cargo de Mario Mazzoleni y María del Carmen Galindo —ambos son facilitadores en prácticas restaurativas y mediadores en la justicia penal— del Centro Fortaleza San Guillermo de Malavalle, Santa Cruz de la Sierra, Bolivia.

Menores que delinquen – Heridas y dolor

La hermana Maritza Martínez y el padre Charly Olivero fueron recibiendo a los participantes provenientes de distintos países del continente y con diversos compromisos en sus territorios con el tema adicciones. En un clima de escucha muy atenta, los expositores se fueron alternando en el uso de la palabra: menores que delinquen, menores que delinquen en consumo, trato en reclusión, posibilidad de sanar las heridas infringidas, los relacionamientos desde el dolor y aceptación de las responsabilidades, los contextos familiares, sociales, comunitarios. Compartiremos aquí las ideas centrales de las intervenciones:

• El punto teológico de partida de la reflexión fue el texto bíblico de Caín y Abel: dónde nace la violencia y perjuicio al hermano.
• Mario (italiano) contó que hace 12 años dirige el Centro Fortaleza, “una comunidad de personas que en un determinado momento de su vida deben pagar un delito que han cometido, aquí los chicos están cuidados por educadores no por guardiacárceles. Es muy importante lograr que los chicos se valoren que se reconozcan como parte de la sociedad”.
• María de Carmen (boliviana), psicóloga y coordinadora del Centro Fortaleza, hace 15 años que trabaja con adolescentes con problemas con la justicia, no desde una visión “encarcelaria”, sino desde las 4 R:
  • Responsabilidad
  • Reparación
  • Restitución
  • Reintegración
• Y partiendo desde 3 miradas: Ofensor – Víctima – Comunidad.
• Mario basó su presentación en el libro de la abogada y profesora italiana Claudia Mazzucato “Del lado de Caín” que refuerza permanentemente este propósito: “Evitar el mal para responder al mal”, un principio básico de la Justicia Restaurativa.
• Una de las dimensiones más importantes de la Justicia Restaurativa es que no solo intenta reparar el daño a la víctima sino que también el autor del hecho puede entender hasta el final lo que hizo, reconociendo la historia de la víctima.
• La Justicia Restaurativa pone en el centro nuevamente a la persona promoviendo el encuentro entre el ofensor, el ofendido y la comunidad. Para esto, ante el daño producido por el consumo, es necesaria una mirada nueva.
• María del Carmen enfatizó en el enorme peso de algunos aspectos del delito (dolor infringido), la fraternidad, la sociedad: hay corazones rotos, hay hermanos difíciles, ¿estamos condenados a perdonar?, “es muy difícil convivir con el hermano que no controla el consumo de sustancias”, “la ley nace desde la experiencia concreta de la injusticia”, “¿es posible el derecho fraternal?”, el sello sobre el culpable.
• Un concepto resonó fuertemente: La necesidad de restitución de la dignidad oponiendo el bien al mal, diciendo la verdad el ofensor al ofendido y también de modo recíproco, que el ofendido sea escuchado por el ofensor en su vivencia de su propio dolor.
• En la descripción de un encuentro entre ofensor y víctima se puntualizó en que es posible “cambiar vidas, no es un encuentro con un juez, es un encuentro con exactamente lo doloroso cometido y de ese modo comprender las consecuencias de los propios actos”.
• Concretamente, ¿cuáles son las prácticas restaurativas?:
  • Mediaciones entre víctima y ofensor
  • Reuniones restaurativas
  • Círculos preventivos formales e informales
  • Declaraciones afectivas
  • Escucha

Estas fueron las preguntas disparadoras para la reflexión a viva voz en el zoom a finalizar las exposiciones:

• ¿Cómo podemos encontrarnos con quien agredió al hermano?
• ¿Son posibles los caminos fraternales de restauración del daño?
• ¿Qué significa encontrar a quien nos ha hecho daño?
• ¿Para ti es posible este encuentro?
• ¿Tienes alguna experiencia para compartir?
• ¿Es posible pensar estas prácticas restaurativas en el acompañamiento de las personas adictas?
• ¿Cómo puede ayudarnos comprender la Justicia Resaturativa para acompañar a nuestros hermanos rotos?

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La riqueza inmensa de este encuentro no solo radicó en estos intercambios humanos y experienciales que abren caminos ante las problemáticas tratadas, sino que incluye esa categoría indispensable para sanar las heridas del alma: el abrazo de la fraternidad, con criterios de verdad, aunque los procesos duelan. Decirlo habiendo celebrado la Pascua hace tan poquito refuerza la esperanza luminosa en Jesús Resucitado en cada paso dado para abrazar a los más rotos de nuestro mundo.

El próximo encuentro de PLAPA será el viernes 3 de mayo de 2024, 19 hora argentina, y el tema será: Herramientas de comunicación para problemas de adicciones y violencia.

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