La pandemia posibilitó un salto cualitativo y cuantitativo, para el Centro Bíblico Teológico Pastoral para América Latina y el Caribe – Cebitepal, el organismo de formación del Celam. El centro formativo pasó de tener 732 estudiantes en 2019 en las modalidades presencial y virtual a 10.635 en 2022; estudiantes en su mayoría en modalidad virtual. Este es uno de los principales logros presentado por esta dependencia del organismo en el marco de la 39.ª Asamblea General Ordinaria que se desarrolla en Puerto Rico.
Nuevos horizontes
En la sesión que permitió conocer los avances y perspectivas de crecimiento de los diferentes Centros Pastorales su director el P. Fabio Antunes Do Nascimento habló de los mecanismos empleados para llevar a la práctica el objetivo principal de Cebitepal desde hace 49 años. Favorecer itinerarios de formación, reflexión e investigación que se adapten en forma flexible a los contextos, modalidades y necesidades del Pueblo de Dios que se encuentra representado en los obispos, agentes pastorales, religiosas, religiosos y laicos, necesitados siempre de propuestas académicas que actualicen su formación académica y les prepare para enfrentar las diversas realidades pastorales de los países del continente.
El sacerdote de origen brasileño destacó el trabajo articulado con los tres Centros Pastorales del Celam, la articulación con diversas redes e instituciones formativas que han hecho posible y efectiva su misión formativa. Una circunstancia que permitió al Cebitepal abrirse a nuevos horizontes, al Pueblo de Dios, trabajando en la planeación de una agenda formativa que aumentó de 38 a 102 los cursos y diplomados que se ofrecen por año; lo que ciertamente ha favorecido los vínculos de cooperación con más de 110 instituciones de diferentes partes del mundo haciendo la diferencia frente a las propuestas académicas de las universidades del continente.
Nuevas formas de financiación
Para hacerlo posible, el presbítero indicó que la apuesta es por los itinerarios de formación que se autofinancian a través de proyectos, lo que ayuda a vincular un elemento esencial en este tiempo de dificultad económica en el mundo, como es la gratuidad. Igualmente están las iniciativas que son evidencia de la comunión de bienes y que se han logrado con diversas instituciones relacionadas con el Centro, lo que finalmente ha redundado en la accesibilidad del Pueblo de Dios a los cursos y diplomados.
Para el P. Fabio Antunes es de vital importancia «la formación en perspectiva de procesos pastorales en conexión con las Conferencias Episcopales y las Universidades Católicas, los Centros de Estudios, los movimientos sociales y otras instituciones eclesiales, al igual que la formación de una red de redes formativa con presencia en todo el continente».
Pensando en la proyección hacia el futuro el sacerdote considera que Cebitepal está llamado a analizar nuevas posibilidades y modalidades de presencialidad, debido al alto costo de los pasajes aéreos que aleja a los estudiantes potenciales de la oferta formativa y particularmente por la nueva conciencia ecológica que implica un claro compromiso con la reducción de la huella de carbono. En este sentido la propuesta es que se desarrolle una agenda formativa presencial-regional, de la mano de las iglesias locales. Ello implicará, conjugar de manera armónica el formato hibrido, es decir, la educación on-line y presencial.
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Tareas pendientes
«Dentro de los desafíos se apuntaron aspectos como la adecuacion tecnológica con una nueva plataforma académica, la necesaria capacitacion del personal, el fortalecimiento de la formación teológica – bíblica y la entrega de información más eficiente al público interesado en la formación de Cebitepal,» agregó.
Además de seguir trabajando en el desarrollo de metodologías que permitan una formación cada vez más focalizada que aporte a la incidencia de la evangelización en nuestro continente que debe propender por la transformación de la realidad. Retos, tareas pendientes que podrán realizarse en tanto aumente la capacidad de autogestión del Cebitepal, se mantengan los logros respecto a la gratuidad, la comunión de bienes y ofrezca un aporte significativo al sostenimiento de la misión del Celam.
La prioridad es que Cebitepal pueda seguir adelante en su misión de promover el pensamiento teológico, bíblico, ecológico, social, en clave de comunión, iluminados por el magisterio latinoamericano y pontificio y las prácticas culturales de los pueblos del continente. De igual forma, en una perspectiva sinodal, la apuesta es por una visión y acción intercultural, intervocacional e interregional que favorezca la integración regional y continental.
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