Centro de Programas y Redes de Acción Pastoral: Acompañar al pueblo de Dios a ser sujeto histórico de la evangelización

El Centro Programas y Redes de Acción Pastoral (Ceprap) es uno de los cuatro centros pastorales que nació al calor de la renovación y reestructuración del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam).

Con su creación ha buscado acompañar al santo pueblo fiel de Dios para que sea sujeto histórico de la evangelización, pues todo bautizado está llamado a ser protagonista en la misión, como discípulo-misionero.

Este centro es dirigido por Mauricio López, laico mexicano, junto con monseñor José Luis Azuaje, arzobispo de Maracaibo (Venezuela), quienes en el marco de la 39.ª Asamblea General Ordinaria del Celam han hecho un balance.

En estos cuatro años de camino, el Ceprap ha acompañado a las Redes Eclesiales Territoriales de Ecología Integral – RETEIS, integradas por la Red Eclesial Panamazónica (Repam), Red Eclesial Ecológica Mesoamericana (Remam) y la Red Eclesial del Gran Chaco y el Acuífero Guaraní (REGCHAG).

Discernimiento comunitario

El Ceprap responde a los desafíos pastorales del Desarrollo Humano y de la Ecología Integral, de modo que la Iglesia sea, progresivamente, una Iglesia más sinodal, misionera, en salida y en conversión.

Los procesos que anima se tejen desde un discernimiento comunitario que integra al equipo del Celam, a los obispos asesores, a algunos miembros que han hecho parte de procesos anteriores, con el apoyo permanente de la la Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosos/as (CLAR) y de las Cáritas de América Latina y el Caribe, en clave de comunión sinodal.

También ha establecido el eje “Iglesia Sinodal en Salida”, correspondiente al sueño eclesial de Querida Amazonía, para definir un horizonte pastoral que ha servido como referente para toda la estructura e identidad del Celam.

Frutos del Ceprap

Asimismo, entre los principales logros del Ceprap, encontramos la conformación y puesta en marcha de la Plataforma Paz, Democracia y Derechos Humanos, en liderazgo compartido con Cáritas América Latina y el Caribe, instancia que articula la experiencia de casi una veintena de organismos eclesiales en clave de pastoral de conjunto.

Por otra parte, se ha acompañado la reestructuración y reformulación del proyecto prioritario sobre migrantes en discernimiento comunitario; por ello, ha contribuido con el fortalecimiento de la Red Clamor en el análisis de la realidad y la planeación estratégica, así como en su consolidación como red, logrando a través de estos ejercicios de articulación, asocios con instancias como las Naciones Unidas.

Mauricio López ha destacado la creación y animación de la plataforma Ecología Integral Celam, “un espacio de trabajo conjunto y coordinado por los cuatro Centros Pastorales y los procesos de las Redes territoriales y temáticas”.

Toda vez que “se ha constituido y consolidado la Comisión Animadora del Eje Mujeres en la Sociedad y la Iglesia, en liderazgo compartido con la CLAR y Cáritas Latinoamérica para “impulsar la conversión eclesial hacia un mayor protagonismo de las mujeres”.

También se ha apostado por el fortalecimiento de las Pastorales afroamericana y del Caribe; Pastoral garífuna; y la pastoral de pueblos originarios, a través del acompañamiento y apoyo en procesos sinodales, participativos, que respetan su identidad y autonomía, contribuyendo a consolidar sus procesos de organización y proyección pastoral.

Lo que falta por hacer

Por supuesto, aún tienen desafíos por delante. Entre estos seguir consolidando el acompañamiento y el fortalecimiento estructural de las Pastorales que se han incorporado al cpmo la pastoral indígena, la pastoral afro, la pastoral garífuna, y las Comisiones de justicia y paz.

También se han propuesto acompañar decididamente los proyectos transversales para alcanzar los frutos propuestos, sobre todo en ecología integral, sinodalidad, itinerarios del discipulado misionero y pacto educativo global.

Finalmente, quieren consolidar el modelo de acompañamiento, junto con la Secretaría General, para las pastorales que no se han acompañado adecuadamente o que aún no han sido atendidas.