La Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Refugio, Desplazamiento y Trata (Red CLAMOR) que hace parte del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño agrupando a más de 600 organizaciones de la Iglesia en el continente, se pronunció al término de la X Cumbre de Líderes de América del Norte efectuada del 9 al 11 de enero en México.
Un punto de encuentro para Joe Biden presidente de Estados Unidos, Justin Trudeau, primer Ministro de Canadá y Andrés Manuel López Obrador, presidente de México.
«Nos pronunciamos para que en dicha cumbre se atiendan los objetivos necesarios para tener una migración humana, segura, ordenada y regular,» es el propósito de la declaración de la Red Clamor tras conocer las experiencias, luchas y dolores de los migrantes por el continente.
Un fenómeno imparable
Reconociendo que el actual contexto de la migración en América Latina y el Caribe no es para nada alentador, la organización indicó que los niveles de migración forzada no cesan y las personas que se ven en la obligación de desplazarse, cada vez lo hacen en condiciones de mayor vulnerabilidad a lo que se agregan las disposiciones restrictivas que impiden a países como Estados Unidos otorgar el estatus de asilo cuando hacen uso de instrumentos jurídicos como el «Título 42».
Herramienta jurídica que de acuerdo con la Corte Suprema de este país seguirá en vigor definitivamente, pese al concepto de un juez según el cual debía acabarse con la medida, por tratarse de una decisión tomada desde el contexto sanitario estadounidense en tiempos de las olas más fuertes de Covid-19.
La implementación de esta medida ciertamente reduce el número de personas que logran ingresar a la unión americana, pero también devuelve al territorio mexicano a los migrantes que estando en Estados Unidos no son aptos desde el punto de vista legal por lo que deben iniciar un nuevo desplazamiento afrontando el desamparo total.
Medidas contradictorias
De ahí que la Red Clamor considere totalmente insuficiente el anuncio del presidente Biden según el cual planea entregar 30 mil visas al mes, para ciudadanos nacidos en Cuba, Haití, Nicaragua y Venezuela.
Una cifra insuficiente, irrisoria y por demás contradictoria, si se piensa que las personas que viajaron no obtendrán ayuda y serán sujetos vulnerables en circunstancias aún más peligrosas.
“Es difícil considerar estas medidas como un avance cuando al mismo tiempo se impide a las personas solicitar la condición de asilo en la frontera,» se lee en el documento.
Derogar estas medidas no reducirá las cifras de migrantes, tampoco va a mejorar las condiciones del desplazamiento. Sin embargo, el organismo solicitó a los mandatarios de los tres países que atiendan como prioridad el tema migratorio abordándolo desde una perspectiva humana, es decir poniendo en el centro a la persona.
Esperanzas en la Cumbre
La migración es un fenómeno que nos impacta a todos, quizá a unos más que a otros, pero siempre será un tema que no pasará desapercibido y al involucrar a personas de todo el continente, la solicitud es que se asuma regionalmente a través de políticas públicas que generen condiciones económicas suficientes en cada país, para que no se piense en abandonar el lugar de origen como una solución.
Para ello, se hace necesario tener en cuenta los Objetivos de Desarrollo Sostenible propuestos por la ONU en temas específicos como la migración que desde la Red Clamor se pide sean asumidos integralmente.
Igualmente, los miembros de la Red Clamor insistieron en el respeto de los principios y obligaciones consagrados en el Derecho Internacional Humanitario. Aquí el objetivo es que se garantice el derecho al asilo de las personas más allá de las condiciones políticas de los países de destino.
«Que no se condicione el derecho de asilo a circunstancias y decisiones de los gobiernos que muchas veces lo convierten en un beneficio totalmente inalcanzable”.
Con la certeza de que todo este proceso supone una asignación presupuestal, la Red Clamor aboga para que se procuren los fondos necesarios y que los paises de tránsito y las ciudades de frontera puedan apoyar o facilitar los procesos migratorios de quienes carecen de los recursos económicos suficientes para seguir adelante.
Le puede interesar: Pastoral de Movilidad en México: «Las personas migrantes no son delincuentes y no son mercancías»
Tareas pendientes
Desde luego en el caso de Estados Unidos una de las solicitudes más explícitas es que se quede sin efecto el “Título 42” y que la perspectiva de trabajo con los migrantes, esté orientada a garantizar sus derechos humanos para que la vida de una persona no sea considerada un presunto atentado contra la seguridad nacional ya sea desde el punto de vista sanitario o de cualquier otra índole hay mucho por hacer.
Finalmente, la Red Clamor solicita que se ajusten en los acuerdos de la Cumbre todo lo que se refiere a la ejecución de los derechos humanos de la población en condición de movilidad, los denominados apátridas, los solicitantes de los estatus de asilo y refugio, un grupo muy vulnerable, pero la base está en trabajar «por el respeto al derecho al asilo y por una migración segura, ordenada y regular».
Recibe gratis por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU
Sigue toda la información sobre la «Fase continental» del Sínodo aquí https://bit.ly/3RguCLO
Descarga el Documento de reflexiones de la Asamblea Eclesial https://bit.ly/3QXoffM
Post a comment