Perú celebra 201 años de la gesta que le dio la libertad este 28 de julio y los miembros de la Conferencia Episcopal invitaron a hombres y mujeres a ser constructores, artesanos de un país para todos, una sola familia unida por la fe y un abrazo fraterno en el que no existan discriminaciones.
Objetivo que para la Iglesia solo podrá alcanzarse si existe la conciencia de luchar contra la corrupción y abogar por una mejora sustancial de los servicios públicos en salud, educación alimentación y trabajo; especialmente para los más vulnerables. Tareas ineludibles para los peruanos si es que se desea consolidar una república para todos. Así lo manifestaron en el mensaje con motivo de la celebración de las Fiestas Patrias 2022 titulado «Cuidemos nuestra gran familia peruana«.
La unidad como principio
Recordando las palabras de Don José de San Martín, en 1821 según las cuales “el Perú es libre e independiente por la voluntad general de los pueblos y por la justicia de su causa que Dios defiende,” los obispos exhortaron a recoger este anhelo para construir juntos una República libre, inclusiva y soberana.
«Amamos la democracia y la consolidamos cuando los poderes del Estado y el Sistema de Justicia asumen la responsabilidad que les ha confiado la constitución, para lograr una vida digna para todos,» afirmaron en el mensaje que destaca la diversidad cultural del Perú, un poliedro con matices particulares que al interactuar conforman una nación que se destaca por sus diversas idiosincrasias, lenguas y costumbres.
Sin desconocer los efectos económicos, sociales y políticos de la pandemia en el país, los prelados recordaron que esta dolorosa experiencia enseñó que en unidad es posible vivir en paz y libertad. Manteniendo claro el horizonte que en este caso ha de encaminarse hacia un verdadero desarrollo humano integral que se pueda sostener en el tiempo. Al respecto los obispos aseguraron que Perú es uno de los cuatro países del mundo con la mayor biodiversidad del planeta, poseedores de un buen segmento de la cordillera de los Andes y custodios de grandes yacimientos minerales que desde el aspecto histórico han ayudado a ser cuna de civilizaciones y de ideales como la lucha por la libertad.
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Asumir la misión
Motivos suficientes para defender la democracia y consolidar los Poderes del Estado y el Sistema de Justicia, desde la perspectiva de la Iglesia, el desafío está en asumir la responsabilidad que les ha confiado la Constitución para lograr una vida digna para todos.
«Somos una nación heredera de un pasado grandioso. Crecemos fortaleciendo el orden, la legalidad, la institucionalidad y un Estado social de Derecho» advirtieron los obispos que piden considerar este principio como una oportunidad para aceptar el desafío de la historia que ha de movilizar a sus ciudadanos a construir un Gran Perú. Misión que solo podrán asumir sus propios ciudadanos.
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