Con un llamado a compartir lo vivido, Cáritas Internacional y Cáritas para América Latina y el Caribe, cierran su participación en 7.ª Asamblea Clamor

En el marco de la VII Asamblea General de la Red Eclesial Latinoamericana y Caribeña de Migración, Desplazamiento, Refugio y Trata de Personas (Clamor) y el Encuentro Internacional Migrared, que se desarrolló del 25 al 29 de septiembre en Bogotá, Colombia, ADN Celam dialogó con dos representantes de las organizaciones convocantes: Cáritas Internacional y Cáritas para América Latina y el Caribe, quienes destacaron algunos aspectos de lo vivido en este espacio.

En principio, Elena Sofía Fanciulli, miembro de Cáritas Internacional y de la red Coatnet (Christian Organisations Against Trafficking Network), destacó el trabajo y la riqueza de estos espacios compartidos de los cuales dijo se aprende mucho.

“Que nuestras voces tengan resonancia”

Expuso que, como coorganizadores tuvieron la oportunidad de presentar a los asistentes el trabajo que desde la red Coatnet adelantan, explicando que, se trata de una red ecuménica compuesta por varias organizaciones que trabajan con las iglesias cristianas contra la trata y ayudando a las personas que han sido víctimas de la misma.

Así entonces, observó que lo vivido en este espacio de compartir fraterno, de diálogo y reflexión lo podría describir en tres palabras: inclusivo, interdisciplinar e intercultural, donde todas las voces fueron escuchadas incluyendo la de aquellos migrantes que fueron a contar sus historias.

Su esperanza, según lo indicó, está puesta en que las voces y los clamores de lo expuesto en el encuentro tengan resonancia y un eco para que llegue a las instituciones y a los lugares donde se toman decisiones; advirtiendo que este ha de ser también el compromiso de las redes que participaron y que forman parte de la Red Clamor, “nuestra tarea -indicó- es promover los derechos humanos de las personas más vulnerables”.

En este sentido, se comprometió a socializar lo vivido y dijo que tanto Cáritas Internacional como la red Coatnet, seguirán con la firme responsabilidad de promover el respeto por los derechos humanos de toda persona que tenga que pasar por la migración o la trata.

Elena Sofía Fanciulli, miembro de Cáritas Internacional y de la red Coatnet

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Una experiencia diversa para articular esfuerzos

A continuación, Nicolás Meyer, coordinador regional de Cáritas para América Latina y el Caribe, también compartió sus impresiones sobre la participación en el encuentro de Clamor. Aseguró que al ser esta organización una de las fundadoras de la Red Clamor, preparar esta asamblea les implicó recapitular el camino que han ido recorriendo juntos, soñar y hacer perspectiva todo lo que está por delante.

El ejecutivo, destacó de este encuentro tres aspectos que a su concepto le parecieron una gran riqueza. Uno de ellos los testimonios de personas migrantes y refugiadas, de quienes dijo fueron muy claros, conmovedores y de resiliencia, siendo una experiencia que puede servir para otras personas; igualmente, resaltó la presencia de los socios de Clamor, que no son propiamente de la Iglesia, como ACNUR, OIM y personas de gobiernos locales; y por último, la sistematización de experiencias presentada, es decir, el manual «casas de acogida de migrantes», una herramienta clave para la gestión y coordinación de alojamientos colectivos en América Latina.

Asimismo, indicó que, el haber podido traer personas en representatividad de todos los continentes, fue algo de una riqueza inmensa para las organizaciones que ofrecen ayuda humanitaria a los migrantes y en la trata, pues les ayudará a abrir el espectro de lo que se puede mejorar o implementar en sus apuestas de proyectos colaborativos; así como también resaltó la presencia y el aporte que hicieron las Cáritas Europeas.

“Resalto, por ejemplo, la experiencia ucraniana, que se encuentra en un momento de guerra, donde la movilidad forzada sucede a la par de lo dramático que es una guerra. También vinieron personas de África que están trabajando para contener que las personas puedan encontrar un destino en su propio lugar, un trabajo, una posibilidad de desarrollarse en sus propios lugares y así de muchas otras regiones del mundo”, expuso.

A toda esta riqueza del compartir nuevas realidades, acentuó, le queda el gran reto de realizar un trabajo articulado, sumado a más países que puedan tener su propio capítulo de Red Clamor nacional. “Hoy en día la red es una referencia para poder trabajar la realidad migratoria desde la fe, desde la perspectiva de evangelización y con los migrantes siempre y en cada una de las decisiones”.

Por último, dijo que ahora viene el gran desafío de los más de 100 participantes que asistieron a la Asamblea, se trata de llevar lo aprendido a sus territorios, multiplicarlo y generar acciones a partir de las enseñanzas. “Parece que eso es un indicador claro de la Red Clamor, que busca siempre traer y llevar la voz de los territorios. Así que nos corresponde a nosotros los que participamos en este encuentro poder llevar a los territorios lo reflexionado, lo aprendido y las vivencias que tuvimos”.