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Con la participación de los Cardenales Mario Grech, Secretario General de la Secretaría General del Sínodo y Jean-Claude Hollerich, relator general de la XVI Asamblea Ordinaria del Sínodo de los Obispos, tuvo lugar este 26 de agosto, en la Sala Stampa del Vaticano, la presentación de la fase continental del Sínodo “Por una Iglesia sinodal: comunión, participación y misión”.

En la rueda de prensa –de carácter híbrido: presencial y virtual– también intervinieron los subsecretarios de la Secretaría General del Sínodo, Mons. Luis Marín de Sanmartín y la Hna. Nathalie Becquart, al igual que el P. Giacomo Costa, en calidad de consultor de la Secretaría, y Susan Pascoe, quien hace parte del grupo de trabajo para la fase continental y de la comisión metodológica del Sínodo.

El camino recorrido

Al recordar que hace un año se realizaba –en la misma Sala Stampa–, la presentación del Sínodo de la Sinodalidad 2021-2023, el Card. Grech destacó algunos trazos del camino recorrido en la primera fase del proceso, de modo especial “la consulta al Pueblo de Dios en las Iglesias particulares, y el discernimiento de los pastores en las conferencias episcopales”.

“La naturaleza de la Iglesia sinodal que ‘camina junto’ al Pueblo de Dios” ha sido una constante de la experiencia vivida durante el último año. Por ello, el Secretario General de la Secretaría General del Sínodo expresó su agradecimiento “a todo el Pueblo de Dios que ha participado”.

Con todo, el Card. Grech también subrayó que “estamos en el inicio de un camino sinodal que exige paciencia, y demanda una conciencia de que todos somos partícipes, cada uno según su condición y función en la vida eclesial y, por tanto, en el camino sinodal”. “Lo importante es haber demostrado y seguir demostrando que el camino de la Iglesia comienza y se fortalece en la escucha”, agregó el purpurado.

“En la Iglesia nadie tiene la exclusividad de la verdad”

“La consulta al Pueblo de Dios requiere discernimiento”, afirmó el Card. Grech, toda vez que “en la Iglesia nadie tiene la exclusividad de la verdad”. En este sentido, para entender el proceso sinodal, es necesario acentuar una “fecunda circularidad de profecía y discernimiento”.

En este proceso se requiere una “lectura a profundidad” de los aportes recibidos, “que se asemeja a un proceso de decantación”, de tal forma que “la certeza de lo que el Espíritu dice a la Iglesia solo se logra con el sentir juntos, el con-sentir, y la convergencia en la fe del Pueblo de Dios que se da en la escucha mutua”.

Ante quienes sostienen que las síntesis realizadas por las conferencias episcopales podrían ser “la tumba de la profecía”, el Card. Grech exhorta: “es tiempo de superar esta sospecha”, apelando a la confianza de los unos con los otros, “no oponiendo una Iglesia del Pueblo a una Iglesia jerárquica” y, más bien, generando relaciones dinámicas y fecundas en la Iglesia.

La circularidad como principio

De cara a la nueva fase continental del Sínodo, el Secretario General afirmó que “el proceso sinodal en curso está regulado por el principio de circularidad”, que no se reduce a la celebración de asambleas eclesiales, sino que contempla que se realice la devolución del Documento síntesis de la fase continental a las Iglesias particulares. “Allí tuvo lugar la consulta, allí retorna el documento”.

Más concretamente, el Card. Grech solicitó a cada Obispo dar a conocer el Documento a su Iglesia y leerlo atentamente, al menos en los órganos participantes, y redactar las observaciones con el equipo sinodal para ser enviadas a la Conferencia Episcopal o a la Secretaría de la Asamblea Continental.

Para concluir, el Card. Grech manifestó su esperanza en que “a pesar de las dificultades para llevar a la práctica un estilo sinodal, donde todos somos aprendices, ya se vislumbran los signos de un cambio de mentalidad”.