Una investigación transparente y que aclare quienes fueron los actores materiales e intelectuales del asesinato de Eduardo Mendúa es la solicitud de la Comisión de Pueblos Originarios Originarios del Consejo Episcopal Latinoamericano y Caribeño (Celam) presidida por Mons. José Hiráis, obispo de Huejutla en México.
Seguros de que se trata de una terrible pérdida para su familia, su comunidad, la Nacionalidad Cofán y la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador (CONAIE), organización a la cual pertenecía; la comisión lamenta el hecho y aboga para que el crimen no se quede en la impunidad en razón a la verdad y la justicia como a la solidaridad que esto expresa con la situación que padecen una gran cantidad de líderes y lideresas indígenas que se encuentran amenazados por su labor relacionada con la reivindicación de sus derechos fundamentales.
Un signo de violencia
«Como Pastoral de Pueblos Originarios condenamos profundamente este signo de violencia y silenciamiento a los defensores y defensoras de los territorios que luchan por el respeto de los derechos de los Pueblos Originarios,» afirma la carta de la Comisión tras el reciente asesinato del líder Eduardo Mendúa.
Expresando su solidaridad con la familia y el pueblo Cofán, la comunicación destaca el rol profético de la denuncia emprendida por Eduardo Mendúa especialmente en lo referente a las graves implicaciones para el territorio que genera el aumento desmedido de la explotación petrolera en las zonas habitadas ancestralmente por su pueblo.
Eduardo Mendúa desempeñaba su rol como líder indígena en el territorio amazónico como miembro de la nacionalidad COFÁN, perteneciente a la Provincia de Sucumbíos y quien también cumplía el rol de Dirigente de Relaciones Internacionales de la Confederación de Nacionalidades Indígenas del Ecuador – CONAIE.
Le puede interesar: Mons. Rafael Cob lamenta crimen de Eduardo Mendúa, líder indígena Cofán
Denuncia y resistencia
El 12 de enero del presente año el líder indígena denunció el inicio de las operaciones petroleras en el nororiente del Ecuador y el incumplimiento de los acuerdos firmados con el gobierno después del paro nacional de junio de 2022.
“Venimos resistiendo ya seis meses aquí en el territorio desde que intentaron iniciar la operación petrolera, Yo, como dirigente nacional de la CONAIE, rechazo rotundamente este tipo de actos de incitación por parte del Gobierno que buscan que se dé una confrontación, violencia entre hermanos Cofanes. Hago un llamado al Gobierno nacional: que por favor cese esta violencia que ha causado,” fueron sus palabras a través de redes sociales.
La explotación petrolera en esta zona además de generar un grave daño medioambiental también ha ocasionado un grave deterioro en las relaciones entre los miembros de la comunidad Cofán que se ha visto fragmentada. Así el pueblo Cofán se ha convertido en una víctima de un proceso industrial en el que no han sido consultados previamente sobre la ejecución de un proyecto expansivo, liderado por la petrolera estatal Petro Ecuador.
Recibe gratis por WhatsApp y Telegram las noticias de la Iglesia latinoamericana y caribeña https://bit.ly/3HcXLDU
Sigue toda la información sobre la «Fase continental» del Sínodo aquí https://bit.ly/3RguCLO
Descarga el Documento de reflexiones de la Asamblea Eclesial https://bit.ly
Post a comment